Obama, obligado a hacer equilibrio

Obama, obligado a hacer equilibrio

Mike McCarthy, columnista de DPA.

29 Enero 2011
WASHINGTON. - El presidente estadounidense, Barack Obama, se ha visto obligado a hacer un difícil ejercicio de equilibrio en vista de la complicada situación que vive Egipto: por un lado, le gustaría ayudar al movimiento reformista, pero por otro, teme desestabilizar así el estratégico país norteafricano. La convulsión política en Egipto ha puesto al gobierno estadounidense en un dilema, ante el miedo de dañar a su decisivo aliado en la región. Las masivas manifestaciones quieren sacar del poder al presidente Hosni Mubarak, considerado por Washington como socio para la paz en Cercano Oriente. Jordania y Egipto son además los únicos países árabes que reconocen el Estado de Israel y el gobierno de Murabak recibe millonarias ayudas estadounidenses. Por otro lado, el poder autocrático que Mubarak ha ejercido durante las tres últimas décadas y su negativa a impulsar reformas políticas, económicas y sociales es visto por Estados Unidos como un problema fundamental en la región. La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, advirtió recientemente durante una visita a Qatar que la gente sufre cada vez más del "orden político estancado" y que "los fundamentos de la región se hunden en la arena". "Quienes se aferran al statu quo existente podrían contener los problemas en sus países un tiempo, pero no para siempre", añadió. Hasta ahora, la Casa Blanca se mostró precavida y aseguró a los manifestantes su apoyo a la hora de protestar pacíficamente y exigir sus libertades "universales", como hizo ya en los casos de Túnez y Yemen. Pero el gobierno estadounidense no hizo suyo el reclamo de la dimisión de Mubarak. En realidad, Clinton calificó esta semana al gobierno egipcio de "estable".

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