13 Enero 2011
PREFIEREN LAS RAICES. "Los Hermanos Juárez" eligen el folclore como su camino para transitar. LA GACETA / JOSE INESTA
La amistad y la música los une. Los hermanos Diego y Santiago Juárez, de Aguilares, y Juan Brito, de Famaillá, se ganar la vida cantando y tocando el violín y la guitarra en la peatonal Muñecas, de la capital tucumana. Son jóvenes talentos tucumanos que luchan por dejar de ser amateurs, para transformarse en profesionales de la música.
Brito cuenta que prefiere salir a cantar a la calle, para poder comer y vestirse, antes de salir a robar. Su amigo, Santiago, agrega que también quieren ser un ejemplo para los jóvenes, ya que gracias a la música no necesitan llevar una vida delictiva.
"Los Hermanos Juárez", como se denomina el grupo, tocan desde hace cuatro años en la peatonal y sus integrantes llevan la música en sus genes, ya que Víctor Juárez tuvo un grupo que se llamaba "Los Aguilarenses". "Esto es un talento que Dios nos ha dado y lo confirma la gente que siempre nos apoya", sostiene el joven.
Los músicos consideran que es un buen comienzo tocar en la calle y ponen como ejemplo a Ricardo Arjona, quien en sus comienzos fue un artista callejero, en Buenos Aires. "Cantaba sus canciones en la peatonal (Florida) y ahora mirá dónde está", destaca Santiago.
Como Arjona, afirman que les gustaría ser famosos. "Es el sueño que tenemos y esperamos cumplirlo algún día", expresa Santiago. El trío retoma su tarea y decide hacerlo con una zamba. Los transeúntes detienen su paso para escucharlos y dejarles una propina "a la gorra" como reconocimiento. LA GACETA ©
Brito cuenta que prefiere salir a cantar a la calle, para poder comer y vestirse, antes de salir a robar. Su amigo, Santiago, agrega que también quieren ser un ejemplo para los jóvenes, ya que gracias a la música no necesitan llevar una vida delictiva.
"Los Hermanos Juárez", como se denomina el grupo, tocan desde hace cuatro años en la peatonal y sus integrantes llevan la música en sus genes, ya que Víctor Juárez tuvo un grupo que se llamaba "Los Aguilarenses". "Esto es un talento que Dios nos ha dado y lo confirma la gente que siempre nos apoya", sostiene el joven.
Los músicos consideran que es un buen comienzo tocar en la calle y ponen como ejemplo a Ricardo Arjona, quien en sus comienzos fue un artista callejero, en Buenos Aires. "Cantaba sus canciones en la peatonal (Florida) y ahora mirá dónde está", destaca Santiago.
Como Arjona, afirman que les gustaría ser famosos. "Es el sueño que tenemos y esperamos cumplirlo algún día", expresa Santiago. El trío retoma su tarea y decide hacerlo con una zamba. Los transeúntes detienen su paso para escucharlos y dejarles una propina "a la gorra" como reconocimiento. LA GACETA ©
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