Argentinos inventaron una golosina con sabor a sandía

Argentinos inventaron una golosina con sabor a sandía

Según las científicas de la Universidad de Buenos Aires, es benéfica para la salud. El fruto contiene atributos antioxidantes. Con zanahoria y remolacha.

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09 Enero 2011
LONDRES.- Científicos argentinos inventaron una golosina crocante hecha sobre la base de sandía que contiene sustancias beneficiosas para la salud, según informó la BBC Mundo. La responsable del proyecto, María del Pilar Buera, integra el Laboratorio de Propiedades Fisicoquímicas y Conservación de Biomoléculas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

Para muchos la sandía es una de las frutas preferidas del verano, aunque no todos saben que -además de rica- contiene sustancias que, según los científicos, hacen bien a la salud. Buera y su equipo se dedicaron a hallar la forma de preservar moléculas de alimentos que son beneficiosos para la salud y su interés en la sandía surgió por su original color. "Estábamos tratando de crear colorantes naturales estabilizados, ya que los que se usan en el mercado son sintéticos", explicó la especialista.

Observaron que el pigmento de la sandía tiene características antioxidantes, ya que contiene un carotenoide llamado licopeno que ayuda a prevenir algunas formas de cáncer y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Decidieron entonces buscar la forma de conservar esas propiedades en algún producto nutritivo que no se descompusiera en poco tiempo. Agregaron aditivos naturales derivados del almidón a la fruta deshidratada y lograron crear un bocado crocante que -aseguran- es ideal para ser consumido como una golosina.

Buera indicó que el producto creado no posee el aroma y el sabor del fruto, aunque sí tiene gusto frutal. Destacó asimismo la importancia de consumir alimentos naturales que conservaran todas las propiedades del producto original. "Es una manera de poder obtener los beneficios de una fruta que es de estación, todo el año", dijo y explicó que la sandía deshidratada dura entre seis meses y un año.

Según los expertos, la creación de este tipo de golosinas, que tienen componentes naturales y hacen bien a la salud, son vitales en la lucha contra la nueva pandemia del siglo XXI: la obesidad.

En ese sentido, en algunos países desarrollados, como los europeos -indica el informe de la BBC-, ya es común fomentar el consumo de frutas y verduras entre los niños, en reemplazo de los caramelos, los chocolates, las galletas dulces y otros refrigerios.

"Cada vez más la ciencia y la tecnología trabajan para preservar los alimentos naturales y reemplazar los sintéticos y los químicos", afirmó Buera.

La experta, junto con la investigadora de la Universidad Nacional de Luján, Alicia Gallo -quien escribió la tesis sobre la que se basaron estos hallazgos- recibieron llamados de productores de alimentos interesados en llevar las nuevas golosinas al mercado. Mientras tanto, las científicas ya están abocadas a su nuevo proyecto: crear golosinas naturales sobre la base de otros vegetales.

Habrá que esperar un tiempo para saber si en el futuro tendremos golosinas de zanahoria o remolacha, las verduras que ahora acaparan la atención de las expertas. (Especial)

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