16 Diciembre 2010
El final de un año y el comienzo de uno nuevo despierta estados de ánimo disímiles en las personas. Euforia, depresión, alegría, tristeza son algunos de los sentimientos. La ansiedad por salir de vacaciones gana los espíritus, en particular de aquellos que planean tomar su descanso en otros puntos de la provincia o del país.
Los que se trasladarán en automóviles ya deberían haber tomado la previsiones del caso. Lo primero es concurrir a los talleres de revisión técnica obligatoria para salir con tranquilidad a las rutas. Aunque esta verificación debería efectuarse no sólo para viajar a otras regiones del país, sino también para circular por todas las calles de la provincia.
En a fines de diciembre y durante enero y febrero se incrementa el tránsito en las rutas y carreteras argentinas y también aumenta el índice de accidentes. Como se recordará, el exceso de velocidad es una de las causas principales de muerte. Muchos argentinos consideran que no van rápido a 120 km/h, pese a que se sabe que a más de 90 km/h un vehículo es cada vez menos gobernable; se incrementa así el peligro de muerte de sus ocupantes. Tal vez, muchos estarían vivos de haberse percatado antes de este detalle. A mayor velocidad, mayor es la distancia que se necesita para detener el vehículo; más graves serán las consecuencias ante cualquier falla mecánica, el reventón de un neumático, una mala maniobra del conductor o cualquier imprevisto que se presente en el camino. El 90% de los accidentes se produce por fallas humanas.
Según expertos de la asociación civil "Luchemos por la vida", muchos conductores creen que es mejor conducir de noche porque hay menos tránsito y no se evita el agobiante calor; además se llega de día y se lo aprovecha mejor. Sin embargo, viajar de noche, triplica el riesgo de muerte porque el sueño es inevitable y disminuye en gran medida los reflejos y la capacidad de reacción. El ritmo biológico normal de cada persona, hace que ella esté acostumbrada a dormir de noche. El conductor ideal, capacitado para conducir de noche con menos riesgo de quedarse dormido o dormitar, sería aquel que normalmente durmiese de día y condujera de noche. Se agrava mucho más si no hubo descanso, o si se trabajó durante todo el día. Pero peor aún si la persona cenó abundantemente y bebió alcohol. También influye la monotonía del paisaje, la menor visibilidad; la posibilidad de encontrar en la ruta un animal que se cruza, autos sin luces reglamentarias, y los encandilamientos.
Los especialistas del Centro de Experimentación en Seguridad Vial (Cesvi) señalaron que el 4% de los accidentes tienen como motivo el cansancio. Si una de las ruedas del vehículo toca la banquina o, sin querer, se sale de su propio carril, lo peor que puede hacer es desesperarse y pegar el volantazo en dirección opuesta. El 10% de los accidentes se produce por efectuar maniobras bruscas. Enviar mensajes de texto, hablar o chatear con el celular son actividades que están prohibidas para los conductores. Si tiene urgencia de comunicarse con alguna, hay que detenerse en la banquina. El uso del cinturón de seguridad es vital para preservar la vida. La mayor parte de las heridas que sufre una persona en un accidente se deben al impacto contra elementos del habitáculo.
Sería positivo que los tucumanos que se apresten a salir de vacaciones en las próximas semanas tomen todos los recaudos necesarios para evitar contratiempos y prevenir accidentes. El exceso de velocidad es un mal compañero, teniendo en cuenta además que las rutas no siempre se hallan en buenas condiciones. Como dice el refrán: "es preferible perder un minuto en la vida que la vida en un minuto". La vida es el don más preciado que tiene el ser humano. No deberíamos olvidarlo.
Los que se trasladarán en automóviles ya deberían haber tomado la previsiones del caso. Lo primero es concurrir a los talleres de revisión técnica obligatoria para salir con tranquilidad a las rutas. Aunque esta verificación debería efectuarse no sólo para viajar a otras regiones del país, sino también para circular por todas las calles de la provincia.
En a fines de diciembre y durante enero y febrero se incrementa el tránsito en las rutas y carreteras argentinas y también aumenta el índice de accidentes. Como se recordará, el exceso de velocidad es una de las causas principales de muerte. Muchos argentinos consideran que no van rápido a 120 km/h, pese a que se sabe que a más de 90 km/h un vehículo es cada vez menos gobernable; se incrementa así el peligro de muerte de sus ocupantes. Tal vez, muchos estarían vivos de haberse percatado antes de este detalle. A mayor velocidad, mayor es la distancia que se necesita para detener el vehículo; más graves serán las consecuencias ante cualquier falla mecánica, el reventón de un neumático, una mala maniobra del conductor o cualquier imprevisto que se presente en el camino. El 90% de los accidentes se produce por fallas humanas.
Según expertos de la asociación civil "Luchemos por la vida", muchos conductores creen que es mejor conducir de noche porque hay menos tránsito y no se evita el agobiante calor; además se llega de día y se lo aprovecha mejor. Sin embargo, viajar de noche, triplica el riesgo de muerte porque el sueño es inevitable y disminuye en gran medida los reflejos y la capacidad de reacción. El ritmo biológico normal de cada persona, hace que ella esté acostumbrada a dormir de noche. El conductor ideal, capacitado para conducir de noche con menos riesgo de quedarse dormido o dormitar, sería aquel que normalmente durmiese de día y condujera de noche. Se agrava mucho más si no hubo descanso, o si se trabajó durante todo el día. Pero peor aún si la persona cenó abundantemente y bebió alcohol. También influye la monotonía del paisaje, la menor visibilidad; la posibilidad de encontrar en la ruta un animal que se cruza, autos sin luces reglamentarias, y los encandilamientos.
Los especialistas del Centro de Experimentación en Seguridad Vial (Cesvi) señalaron que el 4% de los accidentes tienen como motivo el cansancio. Si una de las ruedas del vehículo toca la banquina o, sin querer, se sale de su propio carril, lo peor que puede hacer es desesperarse y pegar el volantazo en dirección opuesta. El 10% de los accidentes se produce por efectuar maniobras bruscas. Enviar mensajes de texto, hablar o chatear con el celular son actividades que están prohibidas para los conductores. Si tiene urgencia de comunicarse con alguna, hay que detenerse en la banquina. El uso del cinturón de seguridad es vital para preservar la vida. La mayor parte de las heridas que sufre una persona en un accidente se deben al impacto contra elementos del habitáculo.
Sería positivo que los tucumanos que se apresten a salir de vacaciones en las próximas semanas tomen todos los recaudos necesarios para evitar contratiempos y prevenir accidentes. El exceso de velocidad es un mal compañero, teniendo en cuenta además que las rutas no siempre se hallan en buenas condiciones. Como dice el refrán: "es preferible perder un minuto en la vida que la vida en un minuto". La vida es el don más preciado que tiene el ser humano. No deberíamos olvidarlo.
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