14 Diciembre 2010
"Me estoy enterando por usted; hablaré cuando tenga el anuncio oficial". De este modo contestó anoche Ramiro Véliz a LA GACETA, cuando se lo llamó para conocer su opinión respecto de la decisión del gobernador, José Alperovich, de dar por finalizadas sus funciones como subadministrador del Ente de Infraestructura Comunitaria. Su respuesta estuvo a tono con el silencio reinante en la casa de Buenos Aires 2.521, ante el intento de este diario de dialogar con alguno de sus ocupantes. A las 17 de ayer -al igual que lo había hecho el domingo-, este diario se dirigió a ese domicilio para hablar con los habitantes sobre la polémica que generó el uso de un camión que cumple tareas para el ente que dirige el legislador (en uso de licencia) alperovichista Rolando Alfaro. En lugar, presuntamente, también habrían trabajado empleados del Ente. En la vivienda no había ruido: dos ventanas calle estaban abiertas, y el Fiat Palio bordó seguía estacionado en el garaje, como el día anterior. Nadie atendió el timbre. El domingo, varios vecinos habían señalado que en esa casa no vivía Véliz, sino un hermano del ahora ex funcionario.
Lo más popular
