08 Noviembre 2010
BUENOS AIRES.- El arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, declaró ante la Justicia por el secuestro de dos sacerdotes que trabajaban en el Bajo Flores, a quienes previamente habría dejado sin protección institucional.
El nombre del cardenal fue mencionado por la testigo María Elena Funes, una catequista que trabajó con los sacerdotes tercermundistas Orlando Dorio y Francisco Yanis, quienes fueron secuestrados, cuando el actual prelado se desempeñaba como Principal de la Compañía de Jesús.
El jefe de la Iglesia católica declaró en su despacho de la Catedral metropolitana hasta donde se desplazaron los funcionarios a cargo de la audiencia.
Bergoglio expuso su testimonio en una audiencia, sin público, amparado en el artículo 250 del Código Procesal penal de la Nación que establece que los altos dignatarios "no estarán obligados a comparecer" ante un Tribunal, en este caso, el Oral número 5.
Tras su declaración, el primado deberá trasladarse hasta Luján para encabezar el Plenario Anual del Episcopado argentino en la localidad bonaerense de Pilar, junto a casi un centenar de obispos de todo el país. (NA)
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