"No tenemos que mezquinar nada en la preparación"

"No tenemos que mezquinar nada en la preparación"

Consejo del dueño de Diego, en Concepción. La buena calidad es la clave.

24 Octubre 2010
CONCEPCION.- El sándwich de milanesa es, según sus mejores referentes del rubro, un buen negocio en la medida en que el producto responda a las exigencias del cliente. El desafío no es fácil. Por lo menos es lo que se deduce del hecho de que en este municipio existen más de 30 sandwicherías, pero no más de 10 son las que tienen mayor aceptación. Las tres más tradicionales (Sandokán, Diego y Coyote) venden por día un promedio de 400 unidades. Por mes son alrededor de 12.000 sándwiches. La clave en el afán de conquistar los paladares de los clientes al parecer reside, según se coincidió en exponer, en la generosidad y calidad de los productos que se utilizan en la elaboración. "Mi padre siempre nos hace hincapié en la necesidad de brindar un sándwich que responda rigurosamente a lo que pide el cliente. No hay que mezquinar nada y todo lo que se utilice tiene que ser fresco, del día", confió Gustavo Guzmán, heredero de la tradicional sandwichería Diego, de su padre Francisco Diego Guzmán. El negocio tiene cerca de 40 años. Aunque el fundador está retirado, sus clientes continúan reconociendo la particularidad del producto que ahora es responsabilidad de su hijo. El bar cambió varias veces de dirección. Hoy está en 25 de Mayo 287. "Mi padre estuvo varios años a la par de lo que fue la parada de la empresa de ómnibus Bossio, en Roca 170. Después anduvo por tres lugares distintos. "El impuso un sándwich que era requerido bastante también por la gente que llegaba desde las zonas rurales", apuntó Guzmán. ¿Algún secreto en particular tenía Diego?. "Su experiencia era lo más valioso. Después, el respeto al consumidor. Todos los sándwiches de mila tienen la misma preparación, pero los distingue la carne, las verduras frescas y los condimentos de calidad", sostuvo.

Héctor Lizárraga, propietario de Sandokán, en España y Buenos Aires, de 30 años de trayectoria, también dijo que su experiencia es la puerta que le permite conquistar los paladares de la gente. "A mi padre Jorge y a mi madre Mercedes Navarro los colaboré desde los 12 años. Vendíamos sándwiches a la par de la pasarela del ferrocarril, por la calle de la feria. Es decir que en lo que hago hay una tradición que trato de conservar, incluso con mis empleados que me acompañan desde hace más de 20 años", comentó. "En esta ciudad hay milanesas de diferentes sabores: yo trato de darle a la gente lo que más le gusta. Es, decir no hay que hacerse los distraídos con lo que te exigen. Lo demás son detalles que se relacionan con la calidad de los productos", sostuvo.

Víctor Lazarte, encargado de Coyote, en Sarmiento 126, dijo que la particularidad de sus mila se concentra en la calidad de los productos. "Casi todas las sandwicherías son provistas por una misma carnicería, pero la diferencia está en la elaboración. Nosotros a la mila la hacemos con pulpa. Si nos llega algo similar, no la aceptamos", señaló. "Nuestros sándwiches son del día. No ofrecemos nada de dos días atrás. Eso conspira contra la calidad. La gente es muy exigente y no es fácil conquistarla. Por eso hay que poner mucha dedicación en lo que hacemos, empezando por la higiene", agregó. (C)

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