La víctima fue un perro, pero los vecinos temen que caiga un chico

La víctima fue un perro, pero los vecinos temen que caiga un chico

18 Octubre 2010
El perrito era chiquito y curioso. Salió de la casa de sus dueños en un momento de descuido y estuvo olfateando distintos rincones de la cuadra hasta que desapareció: había caído en la boca de registro cuya tapa había sido robada. A pesar de los esfuerzos por sacarlo, los líquidos cloacales se lo llevaron y seguramente murió ahogado dentro de las cañerías. Para evitar que la próxima víctima sea un chico, los vecinos de Francisco de Aguirre y San Miguel cubrieron el pozo con un pedazo de tronco de árbol.

"Hace tres meses se robaron la tapa y nunca la repusieron. No sólo se cayó el perro, sino que los olores que salen de ahí son nauseabundos", protestó Teresa Cáceres mientras limpiaba la vereda de su casa, justo en esa esquina.

"Hasta ahora no hubo accidentes, pero yo creo que no pasó nada, porque nosotros nos encargamos de tapar el pozo. Si no lo hubiéramos hecho, estoy segura de que ahora estaríamos lamentando una tragedia", comentó Teresa Trujillo. La mujer regaba las plantas del frente de su casa a menos de 10 metros de la esquina de España y pasaje Murga. Allí, los ladrones se llevaron la tapa de la boca de registro y los vecinos colocaron maderas y ramas para advertir del peligro a quienes circulan por allí.

Claudia Iñigo esperaba el colectivo a la sombra de un árbol. El sol ardía y las moscas irritaban. A este paisaje desagradable se le sumaba el peor ingrediente: un olor insoportable. Provenía del hueco que quedó en la calle después de que los ladrones se robaron la tapa de la boca de registro en Matienzo y General Paz. "Por suerte, no se cayó nadie. Pero, señor, no se puede respirar; no podemos vivir en estas condiciones", dijo angustiada la mujer.

En la mayor parte de los casos, si uno mira dentro de las bocas de registro se las ve colmada de líquidos, escombros, basuras y ramas.

"Hace un mes, más o menos, un motociclista no vio el pozo y se cayó. De noche es un peligro, porque la zona no está bien iluminada", explicó un verdulero que trabaja a media cuadra de 9 de Julio y Manuela Pedraza. "Hace mucho tiempo que se robaron la tapa y desde entonces todos los que pasan por acá están peligro", agregó una de sus clientas.

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