Amor y responsabilidad ayudan a crecer feliz y sano

Amor y responsabilidad ayudan a crecer feliz y sano

Enfermeras enseñan a los padres y abuelos a prevenir y detectar las infecciones respiratorias agudas bajas, tan comunes en los pre-término.

CRECER SANO. El bebé tiene derecho a gozar de un óptimo estado de salud. CRECER SANO. El bebé tiene derecho a gozar de un óptimo estado de salud.
04 Octubre 2010
Un hijo cambia para siempre la vida de una mujer. Desde que trajo al mundo una nueva vida, nada será tan importante como estar al lado de su vástago, mimarlo, acompañarlo, estimularlo, verlo crecer y desarrollar día a día nuevas capacidades. Actualmente médicos y enfermeras pediatras destacan la importancia que tiene el hecho de que una mamá observe a su hijo, que controle su peso y su talla, y que además lo lleve periódicamente al pediatra.

Papel de la familia

"Los primeros cuidados del bebé dependerán exclusivamente de sus padres y de su familia. Papá y mamá estarán atentos a todas sus manifestaciones, a todas las señales que den cuenta si todo está bien. Y es muy importante que conozcan los problemas de salud que pueden afectar al bebé. Y cuánto más informados estén, más efectiva será la prevención de enfermedades". Con estos conceptos, la licenciada Patricia Buffoni -coordinadora general de la Red Enfermeras por la Prevención- inició en un taller para periodistas especializados en Salud, al que asistió LA GACETA, en Buenos Aires.

El amor que da una madre, aconsejó, debe ir acompañado de responsabilidad para que el hijo pueda crecer y desarrollarse plenamente, feliz y saludable. Recordó que el derecho de todo niño es tener un estado óptimo de bienestar físico, psicológico y social.

En la Argentina hay unas 750 enfermeras pediátricas que realizan una puntillosa tarea de prevención en 70 hospitales públicos de siete provincias del país, entre ellas Tucumán.

"Además del trabajo asistencial, dictamos talleres de capacitación para padres y abuelos sobre prevención de infecciones respiratorias agudas bajas, que son la tercera causa de muerte en el país entre los menores de dos años del sector más vulnerable", detalló a LA GACETA María Claudia Reartez, supervisora de Enfermería del Servicio de Neonatología de la Maternidad.

Este grupo de enfermeras le explican a los padres cómo pueden contagiarse los bebés, cómo evitar que se enfermen, cuáles son los signos que merecen atención y que requieren urgente traslado al centro asistencial.

La prevención con participación de la familia, que se aplica también en otros tres nosocomio tucumanos, tienen características comunes: un contexto sociocultural y económico vulnerable, la edad materna promedio oscila entre los 14 y los 22 años, desconocen cómo prevenir las enfermedades en los chicos y hasta creen que "es normal" que los bebés se enfermen en invierno.

Esta es la razón por la cual la familia hoy forma parte del grupo de prevención, destacó Reartez. La modalidad de trabajo es la misma para toda la población infantil, aunque se pone un fuerte acento en los prematuros de alto riesgo (los de muy bajo peso y los que sufren cardiopatías y otros males congénitos), que constituyen el 50% de los chiquitos internados por bronquiolitis y neumonías cada invierno. "Es el grupo con más alto riesgo de sufrir graves complicaciones", enfatizó la enfermera.

"Nuestra actividad para la prevención -puntualizó Reartez- se apoya en un programa común de contenidos, aunque cada hospital le da su propia impronta".

La creadora de la red, Patricia Buffoni, dijo que la tarea que desarrollan es prácticamente una especie de voluntariado. Sin embargo se desempeñan con mucho entusiasmo en las unidades de terapia intensiva neonatal o pediátrica.

"Aunque el bebé esté bien, pueden surgir problemas de salud, y cuanto más temprano se detecten las afecciones mejor será la evolución del pequeño", coincidieron en advertir Buffoni y Reartez.

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