Un constructor de claves con el material de los detalles simples

Un constructor de claves con el material de los detalles simples

HOMBRE DE PALABRAS. Además de dedicarse a la literatura y al periodismo, Riera también está abocado a ser ventrílocuo. HOMBRE DE PALABRAS. Además de dedicarse a la literatura y al periodismo, Riera también está abocado a ser ventrílocuo.
03 Octubre 2010
Crónica
NUESTRO VIETNAM Y OTRAS CRÓNICAS
DANIEL RIERA
(Aguilar - Buenos Aires)

El Monumento a la Bandera en Rosario no será el mismo para quien haya leído Nuestro Vietnam, el relato que le da nombre al libro de Daniel Riera. El autor cuenta allí, entre datos fríos y testimonios, que desde esa torre saltó el 22 de noviembre de 1999 Eduardo Paz, uno de los tantos ex combatientes de Malvinas que se suicidaron tras la guerra.
Riera relata historias chiquitas, individuales, simples y aisladas que construyen un relato amplio y abarcativo. Son investigaciones meticulosas que van acompañadas por la redacción vertiginosa que marca la urgencia por echar luz sobre sucesos que, aunque no tan lejanos en el tiempo, quedaron olvidados o escondidos.
Riera, editor de la revista Barcelona, arremete con una serie de textos publicados en los últimos diez años en las revistas Gatopardo (Colombia y México), Selecciones del Reader´s Digest (EE.UU.) y Rolling Stone y TXT (Argentina). Son reconstrucciones de experiencias traumáticas para el conjunto de la sociedad con las que el autor logra sorprender. Impacta con el uso de las palabras, el orden del relato y los datos que aporta, aunque sin llegar a apelar a golpes bajos.
Así pasan las escalofriantes historias de ex combatientes de Malvinas. Sus experiencias personales y los relatos descarnados terminan ofreciendo un panorama completo de la suerte (o desgracia) corrida por quienes volvieron de las islas y sus familiares, para poner sobre relieve las impresionantes y nunca precisas cifras de suicidios y las consecuencias individuales y colectivas de la contienda.
Desde detalles simples e individuales, Riera arma el relato de sucesos clave de nuestra historia, como el del "apagón" de Libertador (Salta), donde en 1976 desaparecieron unas 400 personas. Allí pone en foco la participación civil en el latrocinio de la dictadura.
Es la misma forma que lo lleva, desde la cobertura que hizo de la Fiesta Nacional de la Empanada en Famaillá en 2003, a rearmar el experimento represivo que en 1975 se desarrolló en esa ciudad tucumana, famosa tanto por el repulgue como por la "escuelita" en la que funcionó primer centro clandestino de detención del país.
El autor toma posición, interpela a sus entrevistados, cuestiona los datos que recibe y fundamenta su posición sin desprenderse de su ropaje de periodista.
Fútbol, ovnis y piqueteros son algunos de los disparadores de estas crónicas necesarias y cautivantes, que emocionan tanto por el contenido como por la forma.
© LA GACETA

Facundo Pereyra

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