El granizo destruyó campos de frutilla y la venta está parada

El granizo destruyó campos de frutilla y la venta está parada

Calculan que las piedras perjudicarán hasta un 15% de la cosecha prevista para 2010. Agricultores de Lules no recuerdan una seguidilla de granizada en tan pocos días como esta última. "El cimbronazo es gravísimo".

SE PUDREN. El granizo lastimó las frutas, por donde ingresó agua y las dejó en estado de putrefacción. GENTILEZA LUIS VALLEJO SE PUDREN. El granizo lastimó las frutas, por donde ingresó agua y las dejó en estado de putrefacción. GENTILEZA LUIS VALLEJO
01 Octubre 2010
La comercialización de frutillas al mercado interno está casi paralizada, debido a los severos daños que ha causado el granizo que ha caído el miércoles, el sábado y el domingo de la semana pasada en varias zonas de Lules, según confirmaron productores a LA GACETA.

Los agricultores reseñaron que el granizo afectó la noche del miércoles de la semana pasada mayormente a los campos de la Quebrada de Lules, al pie del cerro, sector que volvió a ser afectado el sábado a la noche, cuando las piedras también cayeron en plantaciones ubicadas entre la ruta 301 y la autopista. Esta zona volvió a ser dañada por las piedras el domingo a la noche.

En total, según estiman productores de Lules, estas afectaciones climáticas produjeron daños en el 70% de la superficie productora de frutillas.

Los perjuicios se traducen en daños al follaje de las plantas, a las flores, a las frutas verdes y a las maduras, que resultaron con golpes y con agujeros por los que entró agua -después del granizo llovió-, lo cual derivó en su putrefacción.

"Es la primera vez que se producen dos o tres granizos en apenas unos pocos días. Al daño lo tenés sobre la fruta que estaba para cosecharse, que terminó partida y con hasta cinco golpes por fruta", contó el productor Roberto Madrid.

Explicó que a la fruta que resultó dañada se la puede congelar y destinarla al procesamiento industrial pero, de todas maneras, esto redundará en una calidad del producto inferior a la que corresponde.

"En el caso de las flores, el granizo te las hace abortar, o bien, estas dan cualquier cosa menos frutilla", agregó Madrid.

Ciclo
En Tucumán la frutilla se planta en abril y se cosecha desde junio hasta diciembre. La planta va dando floraciones varias veces durante el año. "Venía medio atrasada la evolución de la fruta debido a las bajas temperaturas. Por eso este mes veníamos cosechando todos los días. Y las piedras cayeron en el pico de la cosecha. Ahora, se deberá esperar al menos un mes para retomar la cosecha, pero dentro de un mes ya no tendremos mercado. El cimbronazo es gravísimo", describió Madrid. El agricultor calculó que el granizo acabará perjudicando entre un 10% y un 15% de la cosecha total prevista para este año. "La única zona productora de frutilla que al parecer se salvó en un 100% es la de Monte Grande, entre Lules y Famaillá", agregó el agricultor.

A su vez, la productora minifundista Fátima López afirmó que sus tierras han sido afectadas en un 100%. "Tengo fruta, pero como está muy averiada no la puedo vender en ningún lugar. Alguna sí sirve para la industria, pero el negocio es la fruta fresca. Muy poco hemos podido rescatar", aseveró. "En Lules estamos muy preocupados todos, porque ha sido arrasador. Y no sólo con la frutilla, sino con invernaderos, con los tomates...", agregó la agricultora.

En Tucumán se producen unas 20.000 toneladas de frutillas por año. Un 50% se exporta y el otro se vende en el mercado interno. Operan cinco empresas, de medianas a grandes, y un centenar de productores entre medianos y chicos (de entre una y 10 hectáreas), muchos de ellos de origen boliviano.

La producción frutillera se desarrolla en un total de 450 hectáreas y, según estiman productores del sector, se emplea a unas 30.000 personas.

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