Ni los congresales de 1816 se salvaron de los vándalos

Tras el tortuoso viaje que los trajo a Tucumán y, con la misión fundamental que venían a cumplir en 1816, los congresales de la Independencia jamás se hubiesen imaginado que casi 200 años después sus solemnes e indefensas imágenes iban a ser objeto de una agresión como la que sufrieron en la plaza Independencia.

El amanecer del domingo reveló que la mayoría de los retratos de los tótems (los instalados en las veredas de calles Laprida y San Martín) habían sido arteramente tajeados a la altura del cuello con un elemento filoso tipo trincheta.

Nadie vio nada
El personal de la Patrulla Urbana, responsable de la vigilancia del principal paseo público, no detectó en su momento quiénes habían sido los autores del ataque, pero se sospecha de los jóvenes integrantes de tribus urbanas que suelen enfrentarse en el lugar los domingos a la madrugada, a la salida de los boliches. En tanto la guardia de Casa de Gobierno, compuesta por doce agentes, sólo puede actuar en el área circundante al Palacio de Gobierno, que comprende sus propias veredas.

"Lamento profundamente que se haya dañado la iniciativa de la Municipalidad de destacar a los próceres que juraron la Independencia, probablemente por parte de menores, creyéndose graciosos. Si no fueron chicos es peor. El área de Seguridad correspondiente debe tomar medidas. En mi área, no tengo potestad para tomar medidas al respecto ya que Turismo no es autoridad de aplicación en seguridad", expresó al respecto Bernardo Racedo Aragón, presidente del Ente Tucumán Turismo. Ante la impotencia que causan los hechos vandálicos en los espacios públicos permanentemente, "la pregunta es hasta qué punto estos hechos son condenados por parte de la sociedad; esta debe denunciar y exigir el cuidado del patrimonio y del espacio público", reflexionó.