Cipe Lincovsky: "Con mi arte quiero servir a la gente"

Cipe Lincovsky: "Con mi arte quiero servir a la gente"

La famosa actriz presentará "Encuentros", su nuevo espectáculo en el Teatro Alberdi el domingo. Su carrera se inició con la interpretación de "Madre coraje" en 1953.

EXPERIENCIA. Mi vida está llena de acontecimientos divertidos y no tanto. EXPERIENCIA. "Mi vida está llena de acontecimientos divertidos y no tanto".
27 Julio 2010
"Confieso que he vivido", bien podría ser ese el título del nuevo espectáculo de Cipe Lincovsky, en el que la famosa actriz relata los encuentros artísticos más importantes de su vida, como los que tuvo con Maurice Béjart, Jorge Donn, Vittorio Gassman, Liv Ullman y una larga lista de personalidades del arte. "Encuentros", que se presentará el domingo a las 21 en el Teatro Alberdi, es un recorrido por sus trabajos más humorísticos y comprometidos de su carrera, incluso con canciones interpretadas (en diferentes idiomas) en diversos países donde ha actuado, acompañada en piano, saxo y flauta por Julián Vat. "Lo que yo hago con mi arte, o quiero hacer, es servir a la gente, buscar su despertar y emocionar", le dijo a LA GACETA en una entrevista telefónica. Su carrera se inició con la recordada interpretación de "Madre coraje" en 1953, y ha recibido múltiples premios a nivel nacional e internacional

-¿Cómo surgió este espectáculo?

 -No es como todos los espectáculos, viene de un video con los encuentros importantes de mi vida, con una serie de personalidades; hay anécdotas, mi vida está llena de acontecimientos divertidos y no divertidos, tengo mucho para contar... mirá  que estuve cuando se levantó el muro y cuando fue su caída.

-¿Hay alguno que destaque por sobre otros?
- Son tan dispares que es muy difícil elegir uno, porque todos hicieron de mi lo que soy. Pero si tengo que decir algo que no me correspondía es haberme encontrado con Jorge Donn, porque soy actriz y no bailarina y fui partenaire de Jorge. Esto lo menciono no porque sea lo más importante sino porque es lo más raro, haber bailado y ser dirigida por Maurice Béjart es como una historia extraña. En el ballet la estrella siempre sale a saludar sola al final, pero en esta obra Jorge nunca salió solo; siempre estuvo tomado de la mano conmigo, lo que es excepcional.

-¿Se queda con Bertolt Brecht?

-No me quedo sólo con Brecht; me quedo con él en otros órdenes, con la obra. Lo tomo a Brecht más al hombre, el poeta, como el vislumbrador de lo que podía pasar. Brecht te hace dudar, pensar y buscar soluciones poéticas. Todavía recuerdo la sorpresa cuando descubrí ese teatro en los 50, que hablaba de la cosa que nosotros queríamos decir.

-¿Qué busca crear cuando actúa?
-Busco la emoción, el pensamiento, un despertar en la gente de todo lo que tienen. Te cuento que cuando iba al secundario, cuando cae París, hicimos una manifestación, y yo andaba como Rosa Luxemburgo. Me expulsaron de la escuela. Cuando llegué a mi casa le conté a mi padre lo que había sucedido. Y él me respondió: un actor tiene que estudiar mucho más que otro profesional, porque el talento es el talento, pero le tiene que servir a la gente. Lo que hice durante mi vida son obras que le dieron a la gente mucho material para vivir y para soñar. Así me educaron durante toda mi vida. Y despertar la conciencia va junto a la emoción, no son cosas separadas.

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