21 Julio 2010
CARLOS PALAZZO. El urólogo aplica el procedimiento en Tucumán. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
La próstata es la glándula sexual del hombre. Está ubicada por debajo de la vejiga y atravesada por un conducto llamado uretra. Normalmente, a partir de los 50 años, los hombres sufren de hiperplasia prostática benigna (la glándula se empieza a agrandar) y la uretra comienza a obstruirse. "Es hiperplasia benigna porque la glándula no se agranda a raíz de cáncer ni de una infección. Se debe a la disminución de la hormona masculina (testosterona) y al envejecimiento natural del organismo", precisó LA GACETA el urólogo Carlos Sebastián Palazzo.
Los síntomas de la hiperplasia prostática son molestos porque se se orina más seguido de día y de noche, disminuye la fuerza y el calibre del chorro de la micción, que además es entrecortada y finaliza con un goteo. No obstante queda la sensación de que la vejiga no se vació totalmente.
Opciones terapéuticas
El trastorno, según Palazzo, afecta a más del 40% de los mayores de 50 años; a más del 50 % en el grupo de 60 a 70 años; a más del 70% en los mayores de 70 años y a más del 90% en los mayores de 80 años. Del total de los casos, del 40 al 60 % requiere tratamiento. La primera opción es con fármacos para reducir el tamaño de la próstata, abrir la uretra y lograr una micción regular. Si este tratamiento no da resultados, la segunda opción es la cirugía.
El médico también recordó que hay dos técnicas muy usadas y efectivas para tratar la hiperplasia benigna (extraer la próstata): 1) la cirugía a cielo abierto cuando la glándula es grande y 2) la cirugía endoscópica cuando es pequeña. Las dos cumplen el mismo fin: sacar lo que está obstruyendo la uretra.
Pero hay una nueva técnica que Palazzo ya la está aplicando en Tucumán. Se denomina "Resección transuretral bipolar" y permite la vaporización de la próstata, es decir la reducción de su tamaño.
Ventajas
Con la nueva técnica se pueden sacar las próstatas más grandes que la cirugía endoscópica no permitía, es decir a todos los pacientes que necesitaban cirugía a cielo abierto (la tradicional, con una incisión debajo del ombligo). Además, el tiempo quirúrgico depende del tamaño de la próstata: una o dos horas cuando es grande y de 20 a 30 minutos si es pequeña.
Otra ventaja que ofrece el nuevo aparato -y que destacó Palazzo- es que corta y coagula el tejido al mismo tiempo, formando un sellado casi perfecto. "Vaporiza y cauteriza a la vez. De este modo se evita el sangrado intraoperatorio, disminuyen los días de internación, el paciente no tiene que estar de cinco a 10 días con sonda vesical y se reincorpora a sus actividades a las 24 horas o 48 horas. Al no haber herida duele menos y tiene menos posibilidades de infección", enfatizó el urólogo. Añadió que el procedimiento es muy usado y no requiere aprendizaje: "es lo mismo que vengo haciendo desde hace varios años con la cirugía endoscópica; lo que varía es el aparato, el instrumental", aclaró Palazzo.
Los síntomas de la hiperplasia prostática son molestos porque se se orina más seguido de día y de noche, disminuye la fuerza y el calibre del chorro de la micción, que además es entrecortada y finaliza con un goteo. No obstante queda la sensación de que la vejiga no se vació totalmente.
Opciones terapéuticas
El trastorno, según Palazzo, afecta a más del 40% de los mayores de 50 años; a más del 50 % en el grupo de 60 a 70 años; a más del 70% en los mayores de 70 años y a más del 90% en los mayores de 80 años. Del total de los casos, del 40 al 60 % requiere tratamiento. La primera opción es con fármacos para reducir el tamaño de la próstata, abrir la uretra y lograr una micción regular. Si este tratamiento no da resultados, la segunda opción es la cirugía.
El médico también recordó que hay dos técnicas muy usadas y efectivas para tratar la hiperplasia benigna (extraer la próstata): 1) la cirugía a cielo abierto cuando la glándula es grande y 2) la cirugía endoscópica cuando es pequeña. Las dos cumplen el mismo fin: sacar lo que está obstruyendo la uretra.
Pero hay una nueva técnica que Palazzo ya la está aplicando en Tucumán. Se denomina "Resección transuretral bipolar" y permite la vaporización de la próstata, es decir la reducción de su tamaño.
Ventajas
Con la nueva técnica se pueden sacar las próstatas más grandes que la cirugía endoscópica no permitía, es decir a todos los pacientes que necesitaban cirugía a cielo abierto (la tradicional, con una incisión debajo del ombligo). Además, el tiempo quirúrgico depende del tamaño de la próstata: una o dos horas cuando es grande y de 20 a 30 minutos si es pequeña.
Otra ventaja que ofrece el nuevo aparato -y que destacó Palazzo- es que corta y coagula el tejido al mismo tiempo, formando un sellado casi perfecto. "Vaporiza y cauteriza a la vez. De este modo se evita el sangrado intraoperatorio, disminuyen los días de internación, el paciente no tiene que estar de cinco a 10 días con sonda vesical y se reincorpora a sus actividades a las 24 horas o 48 horas. Al no haber herida duele menos y tiene menos posibilidades de infección", enfatizó el urólogo. Añadió que el procedimiento es muy usado y no requiere aprendizaje: "es lo mismo que vengo haciendo desde hace varios años con la cirugía endoscópica; lo que varía es el aparato, el instrumental", aclaró Palazzo.
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