12 Julio 2010
DEFINA. Andrés Iniesta ya sacó el latigazo que terminará en la red de Stekelenburg. Partido liquidado.
Por Ignacio Naya - DPA
JOHANNESBURGO.- Andrés Iniesta fue el mago de la final. Con su gol le dio a España la primera Copa del Mundo e hizo llorar a todo el país al dedicarle la conquista a Dani Jarque, el jugador de Espanyol que falleció en agosto de 2009 de muerte súbita.
No quedaba tiempo para nada. Era el minuto 117 y nadie había podido marcar. Pero Iniesta nunca pierde la fe. Ingresó al área y controló la pelota que le alcanzó Cesc Fábregas. El estadio contuvo la respiración. Remató y marcó el tanto. Después de comprobar que había sido convalidado, salió corriendo y sacándose la camiseta para mostrar una musculosa en la que se leía: "Dani Jarque, siempre con nosotros". Así recordó a su gran amigo de las selecciones juveniles, con el que nunca jugó en el mismo equipo.
No es la primera vez que Iniesta tiene un gesto como ese. Lo había hecho en el estadio de Chelsea, cuando Barcelona se clasificó para la final de la Champions League 2009. En aquella oportunidad, después de haber anotado un tanto clave, le recordó a Bojan Krkic que le había prometido dos entradas para la final si marcaba un gol. Ayer anotó el tanto más importante de su vida.
"Tener la oportunidad de hacer este gol tan significativo es algo increíble", explicó el volante de Barcelona, que nunca borró la sonrisa de su rostro. Iniesta prefirió que no lo catalogaran como héroe de su equipo. "Puse mi grano de arena en un partido que ha sido durísimo, en el que ha habido de todo", comentó.
La charla del futbolista con los periodistas fue interrumpida poco antes del final por la irrupción de Carles Puyol, Gerard Piqué y Cesc Fábregas, quienes entre carcajadas y gritos lo convocaron a sumarse a los festejos en el vestuario. Aceptó gustoso la convocatoria. "Es para disfrutarlo con cada uno de los integrantes de este equipo, del primero al último. España lo ha merecido", concluyó el hombre de pocas palabras. A partir de ahora todos lo recordarán como el mago de Sudáfrica.
JOHANNESBURGO.- Andrés Iniesta fue el mago de la final. Con su gol le dio a España la primera Copa del Mundo e hizo llorar a todo el país al dedicarle la conquista a Dani Jarque, el jugador de Espanyol que falleció en agosto de 2009 de muerte súbita.
No quedaba tiempo para nada. Era el minuto 117 y nadie había podido marcar. Pero Iniesta nunca pierde la fe. Ingresó al área y controló la pelota que le alcanzó Cesc Fábregas. El estadio contuvo la respiración. Remató y marcó el tanto. Después de comprobar que había sido convalidado, salió corriendo y sacándose la camiseta para mostrar una musculosa en la que se leía: "Dani Jarque, siempre con nosotros". Así recordó a su gran amigo de las selecciones juveniles, con el que nunca jugó en el mismo equipo.
No es la primera vez que Iniesta tiene un gesto como ese. Lo había hecho en el estadio de Chelsea, cuando Barcelona se clasificó para la final de la Champions League 2009. En aquella oportunidad, después de haber anotado un tanto clave, le recordó a Bojan Krkic que le había prometido dos entradas para la final si marcaba un gol. Ayer anotó el tanto más importante de su vida.
"Tener la oportunidad de hacer este gol tan significativo es algo increíble", explicó el volante de Barcelona, que nunca borró la sonrisa de su rostro. Iniesta prefirió que no lo catalogaran como héroe de su equipo. "Puse mi grano de arena en un partido que ha sido durísimo, en el que ha habido de todo", comentó.
La charla del futbolista con los periodistas fue interrumpida poco antes del final por la irrupción de Carles Puyol, Gerard Piqué y Cesc Fábregas, quienes entre carcajadas y gritos lo convocaron a sumarse a los festejos en el vestuario. Aceptó gustoso la convocatoria. "Es para disfrutarlo con cada uno de los integrantes de este equipo, del primero al último. España lo ha merecido", concluyó el hombre de pocas palabras. A partir de ahora todos lo recordarán como el mago de Sudáfrica.
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