05 Julio 2010
El paso de San Francisco Solano por Tucumán no fue en vano. La orden franciscana recordará los cuatro siglos de su llegada al continente americano con misiones y peregrinaciones en su honor. Hoy, los fieles de la parroquia San Francisco Solano de Banda del Río Salí peregrinarán con la imagen del santo hacia el centro misionero del convento de San Francisco. El sábado 24, sacerdotes de la región, junto a todos los laicos que lo deseen, partirán en misión hacia Trancas, hasta el lugar donde cuenta la tradición que San Francisco hizo brotar agua con su bastón. El manantial nunca se cerró.
Era el verano de 1597, uno de los más calientes y secos, que se recuerden, cuando San Francisco Solano pisó tierras tucumanas. Había llegado para evangelizar a un importante grupo de indígenas, los Choromoros, que ya estaban migrando a otros lugares debido a una prolongada sequía.
Brígida Usandivaras de Garneri, en su obra "Francisco Solano, el soldado de la Cruz", evoca el milagro de este modo: "A medio kilómetro del valle hacen alto junto a una barraca tapizada de berro y hierba buena. El vidente la recorre lentamente, observa, busca, tienta el terreno y, de pronto, hunde con fuerza su básculo entre la hierba prendida en un repecho. La tierra responde su llamado con imprevista generosidad: de la hendidura salta un penacho de agua límpida y abundante que provoca indescriptible alegría en el grupo y mueve el ánimo de cada cual".
Una tradición olvidada
El guardián del convento de San Francisco, fray Marcos Porta, quiere recuperar una tradición injustamente olvidada en Tucumán. "No comprendo cómo en estas tierras, donde estuvo San Francisco Solano, no se celebra al santo de manera más efusiva, como lo hacen La Rioja y Santiago del Estero", se lamenta.
La comunidad franciscana lo recordará a su estilo, misionando. El domingo, los devotos de Banda del Río Salí llegarán a las 10.30, aproximadamente hasta la rotonda de la terminal de Omnibus y allí se le unirá el grupo de la capital que continuará en procesión hasta la iglesia San Francisco. A las 12, se oficiará la misa concelebrada y luego se realizará un almuerzo a la canasta.
Los festejos continuarán con la novena, del 15 al 23 en todas las misas. Y el sábado 24 partirá la misión hacia el Pozo del Pescado, que se encuentra ubicado a tres kilómetros al Norte del antiguo templo de la Villa Vieja de Trancas.
En el lugar hay una pequeña capilla. Los peregrinos irán y volverán en el día. Al regresar, se oficiará una misa, a las 20, en la iglesia San Francisco. Los que quieran anotarse deben concurrir a la secretaría del convento en 25 de Mayo y San Martín.
Los 400 años de obra de San Francisco (1549- 1610), considerado Vicepatrono y Apóstol de América, y Patrono del Folclore Argentino, serán celebrados conjuntamente por los franciscanos del Cono Sur (Argentina, Chile y Paraguay).
Los frailes lo recordarán misionando por todos los lugares donde estuvo el santo: Tucumán, Jujuy, Santiago del Estero y La Rioja. En Tucumán hizo San Francisco visitó varias veces el convento franciscano de Ibatín.
San Francisco Solano nunca pudo volver a su Montilla natal, en España. Pero su ciudad de origen lo recordará en el Año Jubilar Solanense, lo mismo que en Lima Perú, donde vivió sus últimos años hasta que falleció, con gran fama de santidad, el 14 de julio de 1610.
Era el verano de 1597, uno de los más calientes y secos, que se recuerden, cuando San Francisco Solano pisó tierras tucumanas. Había llegado para evangelizar a un importante grupo de indígenas, los Choromoros, que ya estaban migrando a otros lugares debido a una prolongada sequía.
Brígida Usandivaras de Garneri, en su obra "Francisco Solano, el soldado de la Cruz", evoca el milagro de este modo: "A medio kilómetro del valle hacen alto junto a una barraca tapizada de berro y hierba buena. El vidente la recorre lentamente, observa, busca, tienta el terreno y, de pronto, hunde con fuerza su básculo entre la hierba prendida en un repecho. La tierra responde su llamado con imprevista generosidad: de la hendidura salta un penacho de agua límpida y abundante que provoca indescriptible alegría en el grupo y mueve el ánimo de cada cual".
Una tradición olvidada
El guardián del convento de San Francisco, fray Marcos Porta, quiere recuperar una tradición injustamente olvidada en Tucumán. "No comprendo cómo en estas tierras, donde estuvo San Francisco Solano, no se celebra al santo de manera más efusiva, como lo hacen La Rioja y Santiago del Estero", se lamenta.
La comunidad franciscana lo recordará a su estilo, misionando. El domingo, los devotos de Banda del Río Salí llegarán a las 10.30, aproximadamente hasta la rotonda de la terminal de Omnibus y allí se le unirá el grupo de la capital que continuará en procesión hasta la iglesia San Francisco. A las 12, se oficiará la misa concelebrada y luego se realizará un almuerzo a la canasta.
Los festejos continuarán con la novena, del 15 al 23 en todas las misas. Y el sábado 24 partirá la misión hacia el Pozo del Pescado, que se encuentra ubicado a tres kilómetros al Norte del antiguo templo de la Villa Vieja de Trancas.
En el lugar hay una pequeña capilla. Los peregrinos irán y volverán en el día. Al regresar, se oficiará una misa, a las 20, en la iglesia San Francisco. Los que quieran anotarse deben concurrir a la secretaría del convento en 25 de Mayo y San Martín.
Los 400 años de obra de San Francisco (1549- 1610), considerado Vicepatrono y Apóstol de América, y Patrono del Folclore Argentino, serán celebrados conjuntamente por los franciscanos del Cono Sur (Argentina, Chile y Paraguay).
Los frailes lo recordarán misionando por todos los lugares donde estuvo el santo: Tucumán, Jujuy, Santiago del Estero y La Rioja. En Tucumán hizo San Francisco visitó varias veces el convento franciscano de Ibatín.
San Francisco Solano nunca pudo volver a su Montilla natal, en España. Pero su ciudad de origen lo recordará en el Año Jubilar Solanense, lo mismo que en Lima Perú, donde vivió sus últimos años hasta que falleció, con gran fama de santidad, el 14 de julio de 1610.
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