Un ensueño musical con la complicidad de Shakespeare

El Ballet Estable de la provincia realizó un sobrio homenaje al escritor inglés en el que desfilaron Romeo y Julieta, Otelo, Hamlet y los personajes de "Sueño de una noche de verano".

PURO ROMATICISMO. La Bayadera deslumbró por la destreza de los bailarines y la poesía de la coreografía. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL PURO ROMATICISMO. "La Bayadera" deslumbró por la destreza de los bailarines y la poesía de la coreografía. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
04 Julio 2010
El ballet romántico siempre se nutrió de la literatura. "Giselle", "La Bella Durmiente" y "Don Quijote", son algunas de las más representativas. Sin embargo, los tucumanos pudieron ver el viernes, en el teatro San Martín, una vuelta de tuerca en esa relación casi simbiótica entre literatura y danza.

Con una coreografía sobriamente concebida por Rubén Chayán, ex primer bailarín del Teatro Colón devenido en exitoso coreógrafo, el Ballet Estable de la provincia dirigido por Mercedes de Chazal presentó un homenaje al escritor inglés William Shakespeare que brilló no sólo por su colorido, sino también por su gran poesía.

La función tuvo también otros matices, ya que incluyó "La Bayadera", de Minkus y Petipá, que abrió la velada. Esta puesta tuvo como objetivo preparar al espectador para lo que iba a venir. Y la introducción valió la pena.

El "Homenaje a Shakespeare" fue una suerte de momento de ensueño, algo fuera de la realidad que incluyó a algunos de los personajes más célebres del bardo inglés. Según reconoció el propio Chayán, la puesta fue concebida con los personajes en su estado más puro, es decir, cuando aún habitaban la cabeza del escritor y no habían sido volcados al papel. Así, por ejemplo, aparecen Romeo y Julieta más enamorados que nunca, acechados siempre por la sombra de la tragedia. El baile de los enamorados se desarrolló bajo el sortilegio musical de Sergei Prokofiev. "Otelo" (cuya transcendencia ha convertido a este personaje en una especie de estereotipo al que sólo se lo relaciona con los celos) y "Hamlet" (el eterno príncipe atormentado que busca vengar la muerte de su padre) también tuvieron su momento en el escenario del teatro San Martín. Tampoco pudieron faltar a la cita los personajes de "La fierecilla domada" (que Franco Zeffirelli llevó al cine con la inolvidable interpretación de Elizabeth Taylor como Catalina y Richard Burton como Petruchio) y los del "Sueño de una noche de verano", con la maravillosa música de Felix Mendelssohn. Finalmente, se presentó a los personajes de "Como gustéis", una de las piezas menos conocidas del escritor inglés que en 2006 fue llevada a la pantalla grande por Kenneth Branagh.

En el cierre se vio el "Baile de Graduados" (divertimento) con coreografía de Lichine y arreglos de Chayán.

De esta forma, el ballet demostró que su romance con la literatura clásica no está para nada agotado. Más aún: sigue gustando tanto como hace décadas atrás. No en vano esta pieza de Chayán estuvo en cartel durante varias temporadas en el Teatro Colón de Mar del Plata donde fue ovacionada. En Tucumán se repondrá el 22 de julio.

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