27 Junio 2010
REUTERS
PRETORIA.- Vincenzo Iaquinta tenía planeado hacerse un tatuaje en caso de ser campeón. Sólo le faltaba pensar el texto. Pero el pinchazo se lo dio finalmente Eslovaquia, que eliminó al Italia en la primera ronda.
Con los tatuajes, los futbolistas expresan sus logros y vivencias. Casi no hay jugador que no tenga al menos uno. "Alena y yo somos tal vez la única pareja en el fútbol europeo que no tenemos tatuaje", reveló el arquero italiano Gianluigi Buffon.
Su ex compañero Marco Materazzi, aquel que recibió un cabezazo de Zinedine Zidane en la final de Alemania 2006 y que esta vez se quedó en casa, tiene tatuajes en todo el cuerpo, entre ellos 09.07.06., fecha en la que Italia se coronó campeón.
Gennaro Gattuso se tatuó hace cuatro años la palabra "champion" en el brazo. Su compañero Federico Marchetti también tenía intenciones de dejar una nueva huella en su cuerpo en caso de un éxito italiano. "Después de un accidente que sufrí hace cinco años, me tatué el Ave María", explicó.
La estrella inglesa Rooney, que aún no mostró su mejor perfil en Sudáfrica también cuenta con varias inscripciones en su piel, entre otras "Just Enough Education To Perform", título del tercer álbum de su banda de rock preferida, Stereophonics. Además exhibe una cruz en el brazo derecho; el nombre de su mujer, Coleen, en el izquierdo; y el nombre de su hijo, Kai, en la espalda.
Diego Maradona lleva tatuado el nombre de sus dos hijas, uno en cada brazo, y el rostro del Che Guevara.
En el antebrazo, el artillero español Fernando Torres dibujó el 9, su número de camiseta, mientras que el portugués Raul Meireles confiesa ser un fanático de los tatuajes. "Comencé a los 18 años. Lo hago para que me den suerte", apuntó el mediocampista Su compañero en la selección, Deco, muestra a una geisha en la espalda.
En el cuerpo del jugador francés Djibril Cisse casi no queda espacio para otro tatuaje, mientras que el chileno Humberto Suazo lleva una pantera sobre el pecho.
Pero el maestro del tatuaje sigue siendo David Beckham, que en el Mundial cambió los shorts y la camiseta por el traje y la corbata, por lo cual ya no puede mostrar el torso desnudo. Amor, diez rosas, Jesucristo, su número favorito (el VII) y un angel de la guarda son algunos de los 20 motivos que adornan el cuerpo del ex astro. En el banquillo inglés en Sudáfrica, con camisa arremangada, aún luce los tatuajes de sus antebrazos.
También los hermanos Boateng muestran su pasión en el cuerpo. "¿Qué hay de malo? Para muchos el tatuaje significa gheto, que uno es un criminal". La fecha del nacimiento de su hijo, Jermaine, (23.04.2008) es lo más importante que lleva sobre la piel, afirma Kevin-Prince Boateng, que juega para Ghana.
"El sabía que yo iba a estar en contra. Sus primeros tatuajes los mantuvo escondidos. No entiendo cómo alguien puede infligirse dolor de forma voluntaria", dijo Nina Boateng sobre su hijo Jerome, que juega para Alemania.
Los jugadores muestran con orgullo su cuerpo ornamentado, pero quién sabe si pronto no comenzarán a esconder sus tatuajes. "Cristiano Ronaldo impone una nueva tendencia", dijo un ejecutivo del Real Madrid recientemente. "Hace diez años querían ser como Beckham. Hoy los jóvenes quieren ser como Cristiano. No quieren tatuarse, ya no está de moda; Cristiano ya no los lleva", agregó .
Los funcionarios no son amantes de las expresiones artísticas en el cuerpo. "Si alguna vez quieres ser mánager, no te hagas un tatuaje", le aconsejó el presidente del Eintracht Francfort alemán al delantero Ionannis Amanatidis.
Con los tatuajes, los futbolistas expresan sus logros y vivencias. Casi no hay jugador que no tenga al menos uno. "Alena y yo somos tal vez la única pareja en el fútbol europeo que no tenemos tatuaje", reveló el arquero italiano Gianluigi Buffon.
Su ex compañero Marco Materazzi, aquel que recibió un cabezazo de Zinedine Zidane en la final de Alemania 2006 y que esta vez se quedó en casa, tiene tatuajes en todo el cuerpo, entre ellos 09.07.06., fecha en la que Italia se coronó campeón.
Gennaro Gattuso se tatuó hace cuatro años la palabra "champion" en el brazo. Su compañero Federico Marchetti también tenía intenciones de dejar una nueva huella en su cuerpo en caso de un éxito italiano. "Después de un accidente que sufrí hace cinco años, me tatué el Ave María", explicó.
La estrella inglesa Rooney, que aún no mostró su mejor perfil en Sudáfrica también cuenta con varias inscripciones en su piel, entre otras "Just Enough Education To Perform", título del tercer álbum de su banda de rock preferida, Stereophonics. Además exhibe una cruz en el brazo derecho; el nombre de su mujer, Coleen, en el izquierdo; y el nombre de su hijo, Kai, en la espalda.
Diego Maradona lleva tatuado el nombre de sus dos hijas, uno en cada brazo, y el rostro del Che Guevara.
En el antebrazo, el artillero español Fernando Torres dibujó el 9, su número de camiseta, mientras que el portugués Raul Meireles confiesa ser un fanático de los tatuajes. "Comencé a los 18 años. Lo hago para que me den suerte", apuntó el mediocampista Su compañero en la selección, Deco, muestra a una geisha en la espalda.
En el cuerpo del jugador francés Djibril Cisse casi no queda espacio para otro tatuaje, mientras que el chileno Humberto Suazo lleva una pantera sobre el pecho.
Pero el maestro del tatuaje sigue siendo David Beckham, que en el Mundial cambió los shorts y la camiseta por el traje y la corbata, por lo cual ya no puede mostrar el torso desnudo. Amor, diez rosas, Jesucristo, su número favorito (el VII) y un angel de la guarda son algunos de los 20 motivos que adornan el cuerpo del ex astro. En el banquillo inglés en Sudáfrica, con camisa arremangada, aún luce los tatuajes de sus antebrazos.
También los hermanos Boateng muestran su pasión en el cuerpo. "¿Qué hay de malo? Para muchos el tatuaje significa gheto, que uno es un criminal". La fecha del nacimiento de su hijo, Jermaine, (23.04.2008) es lo más importante que lleva sobre la piel, afirma Kevin-Prince Boateng, que juega para Ghana.
"El sabía que yo iba a estar en contra. Sus primeros tatuajes los mantuvo escondidos. No entiendo cómo alguien puede infligirse dolor de forma voluntaria", dijo Nina Boateng sobre su hijo Jerome, que juega para Alemania.
Los jugadores muestran con orgullo su cuerpo ornamentado, pero quién sabe si pronto no comenzarán a esconder sus tatuajes. "Cristiano Ronaldo impone una nueva tendencia", dijo un ejecutivo del Real Madrid recientemente. "Hace diez años querían ser como Beckham. Hoy los jóvenes quieren ser como Cristiano. No quieren tatuarse, ya no está de moda; Cristiano ya no los lleva", agregó .
Los funcionarios no son amantes de las expresiones artísticas en el cuerpo. "Si alguna vez quieres ser mánager, no te hagas un tatuaje", le aconsejó el presidente del Eintracht Francfort alemán al delantero Ionannis Amanatidis.
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