El Papa condenó el aborto y el casamiento gay

El Papa condenó el aborto y el casamiento gay

La asistencia de medio millón de fieles a Fátima se interpretó como un apoyo al Pontífice en medio de la crisis por los casos de pedofilia. Benedicto XVI calificó ambos temas como algunos de los desafíos más insidiosos y peligrosos que enfrenta la Iglesia.

MISA MULTITUDINARIA. La imagen de Nuestra Señora de Fátima es trasladada en procesión en una cureña, sobre un lecho de rosas blancas. REUTERS MISA MULTITUDINARIA. La imagen de Nuestra Señora de Fátima es trasladada en procesión en una cureña, sobre un lecho de rosas blancas. REUTERS
14 Mayo 2010
FATIMA.- El papa Benedicto XVI recibió ayer un baño de multitudes en el santuario de Fátima Portugal, donde medio millón de personas asistieron a la misa de la mañana, y fue ovacionado por las asociaciones católicas tras condenar el aborto y el matrimonio entre gays. "Las iniciativas que tienen como objetivo tutelar los valores esenciales de la vida, como su concepción y la familia, fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, ayudan a responder a algunos de los desafíos más insidiosos y peligrosos que hay que enfrentar hoy", afirmó.

Fue multitudinaria la misa que ofició el Papa el día de la festividad de Nuestra Señora de Fátima, al cumplirse un nuevo aniversario de las apariciones, ocurridas en 1917. Varias veces fue interrumpido con aplausos en iglesia de la Santísima Trinidad de Fátima, Portugal, uno de los países más católicos de Europa. A pesar de ello, esta nación legalizó el aborto hace tres años por referéndum y se prepara para autorizar el matrimonio entre homosexuales.

En la mañana, la explanada del santuario, que tiene capacidad para 300.000 personas, fue abarrotada, por lo que muchos fieles tuvieron que escuchar la misa desde las zonas de acceso y los alrededores. Numerosos peregrinos pasaron la noche al aire libre pese al frío y la lluvia.

La celebración se inició con la procesión solemne de la Virgen, cargada sobre un lecho de rosas blancas y seguida por un grupo de obispos y cardenales, mientras los peregrinos entonaban cantos dedicados a María.

Multitud
La presencia de la multitud en la misa fue interpretado como un mensaje de apoyo al Papa, tras los escándalos de pedofilia que desde hace meses salpican a la jerarquía de la Iglesia por haber encubierto durante décadas a los sacerdotes que abusaban de menores.

Sin embargo, para el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, los escándalos no han debilitado la imagen del papa alemán. Según el padre Manuel Morujo, portavoz de la Iglesia portuguesa, los católicos saben distinguir, entre los casos de pedofilia y la enorme mayoría de sacerdotes que no comete esos delitos. También se recordó al antecesor del Pontífice, Juan Pablo II, que hace 10 años también visitó el santuario y beatificó a dos de los tres pastorcitos, Jacinta y FranciscoMarto, a los que, según la tradición, se les apareció la Virgen el 13 de mayo de 1917. Tras la misa Benedicto XVI bendijo a 428 enfermos.

El Papa llegó ayer a la tarde a Fátima, principal meta de su visita de cuatro días a Portugal, donde suplicó a la Virgen para que la Iglesia no ceda a las seducciones del mundo. En ese marco, recordó las profecías sobre los padecimientos que habría de soportar la Iglesia, atribuidas a la Virgen y reveladas a Lucía, la tercera pastorcita. Los interpretó como "mensajes contra el horrendo egoísmo de las naciones, de la raza, las ideologías, los grupos e individuos". El martes, el Papa hizo una de las más duras críticas de los últimos meses contra los casos de abusos de menores en el seno de la Iglesia católica. Dijo que la mayor amenaza a la Iglesia nace de sus propios pecados, y reconoció: "el perdón no sustituye a la justicia".

La visita del Santo Padre concluirá hoy con otra misa al aire libre en la ciudad norteña de Oporto. (AFP-NA, Reuter y especial).

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