Un cardenal felicitó a un obispo por no haber denunciado a un cura pedófilo

Un cardenal felicitó a un obispo por no haber denunciado a un cura pedófilo

Mientras el Papa trata de calmar las aguas llamando a hacer penitencia, se conoció una carta con nuevas pruebas del encubrimiento de abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia.

16 Abril 2010
ROMA.- Benedicto XVI habló ayer de la necesidad de hacer penitencia, en su primera referencia a los casos de pedofilia desde que estalló el escándalo de abusos sexuales cometidos por sacerdotes.

Pero, mientras el Papa intenta calmar la tempestad, el escándalo vuelve a agitar las aguas de la Iglesia.

Ayer salió a la luz una carta enviada en 2001 por el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, por entonces prefecto de la Congregación del Clero, a un obispo francés, para felicitarlo por no haber denunciado a un sacerdote abusador a la Justicia.

En un artículo publicado por el diario La Nación, la corresponsal Elisabetta Piqué reproduce un párrafo de la carta: "Lo felicito por no haber denunciado a un sacerdote a las autoridades civiles. Usted ha actuado bien".

La carta, enviada el 8 de septiembre de 2001 por Castrillón Hoyos a monseñor Pierre Pican, obispo de Bayeux-Lysieux.

Pocos días antes, Picán había sido condenado a tres meses de prisión por no haber denunciado a un cura pedófilo de su diócesis, consigna La Nación.

La misiva de Castrillón Hoyos está fechada cuatro meses después de que Juan Pablo II le encargase a la Congregación para la Doctrina de la Fe (por entonces guiada por Joseph Ratzinger) la exclusividad para tratar los casos de abusos por parte de sacerdotes.

"Me alegro de tener un hermano en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los otros obispos del mundo, ha preferido la prisión antes que denunciar a un sacerdote de su diócesis", se lee en otro pasaje de la carta firmada por Castrillón Hoyos, publicada en la página online del diario francés Golias.

El diario identificó al cura protegido como el abate Bissey, un religioso condenado a 18 años de prisión por abusos sexuales a menores.

El dato confirma que existía división en la alta jerarquía del Vaticano sobre el modo de enfrentar este escándalo, que para muchos, como Castrillón Hoyos, por entonces responsable de los curas de todo el mundo, debía ser encubierto.

Poniendo orden
Luego del revuelo que causaron las palabras del secretario de Estado, Tarcisio Bertone -que relacionó pedofilia con homosexualidad-, el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, debió salir a dar explicaciones.

Si bien reconoció implícitamente que la carta de Castrillón Hoyos es auténtica, aclaró que la misiva no representa la línea de la Santa Sede. "Es la demostración de lo muy necesario que era la unificación de todos los casos de abusos sexuales bajo la competencia unitaria y rigurosa de la Congregación para la Doctrina de la Fe", dijo Lombardi.

Llamado a la purificación
Durante una misa privada que celebró en la capilla Paulina, en el Vaticano, el Papa se refirió por primera vez a la oleada de críticas que está cayendo sobre él mismo, y el Vaticano, por el escándalo de la pedofilia.

"Nosotros, los cristianos, en los últimos tiempos hemos evitado la palabra ?penitencia?. Ahora, ante el ataque del mundo, que nos habla de nuestros pecados, podemos ver que ser capaz de hacer penitencia es un privilegio y vemos lo necesario que es hacer penitencia y reconocer así lo que está mal en nuestras vidas", dijo el Pontífice, que hoy cumple 83 años.

"Abrirse al perdón, prepararse para el perdón, dejarse transformar. El dolor de la penitencia, es decir, de la purificación y de la transformación, este dolor es gracia, porque es renovación; es obra de la Misericordia divina", agregó. (Especial)

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