El "xeneize" fue un equipo sólido en todas sus líneas

El "xeneize" fue un equipo sólido en todas sus líneas

El "Chueco" Alves, con un planteo clásico, le ganó el duelo por varios cuerpos al "Jefe" Astrada.

BRINDANDO INDICACIONES. Abel Alves se mostró tranquilo durante todo el encuentro. BRINDANDO INDICACIONES. Abel Alves se mostró tranquilo durante todo el encuentro.
Estaba contra las cuerdas y sabía que no tenía margen para el error. En la previa parecía que había salido perjudicado por la postergación del partido el domingo pasado. No obstante, a la postre fue el gran ganador. Abel Alves sacó la cabeza del agua, consiguió el oxígeno suficiente y ahora respira más tranquilo, aunque está claro que la victoria en el superclásico no le servirá para seguir siendo el entrenador de los "xeneizes" durante la próxima temporada.
Las lesiones de Hugo Ibarra y de Claudio Morel Rodríguez, dos futbolistas acostumbrados a disputar partidos "calientes" contra el "millonario", obligaron al "Chueco" Alves a cambiar los nombres y el esquema de juego. Desplazó a Ezequiel Muñoz desde la zaga central hasta la punta derecha de la última línea para permitirle el ingreso al colombiano Breyner Bonilla, que se desempeñó como marcador central en dupla con el brasileño Luiz Alberto. Además, Luciano Monzón fue el "3", aunque estaba vez no se le permitió pasar tanto al ataque. "Aunque yo soy central intenté quedarme en la cueva. Le di prioridad a la marca y no tanto a subir", confesó Muñoz, dejando en claro cuáles fueron las indicaciones que había recibido.

Más espacios

Al no pasar tanto al ataque los laterales, los volantes "xeneizes" contaron con más espacios. Gary Medel y Matías Giménez aparecieron siempre por sorpresa, tanto por derecha como por izquierda, mientras que Jesús Méndez se hizo dueño de la zona central. Juan Román Riquelme se estacionó en la zona izquierda y desde allí manejó los hilos para habilitar a Nicolás Gaitán, a Martín Palermo y a quién se le ocurriera aparecer por el área de los de Núñez. Palermo no pudo hacer lo que más sabe, que es marcar goles, pero también fue importante "arrastrando" marcas y generando espacios para sus compañeros.

Todos aplazados
En River nadie se salvó del aplazo, ni siquiera Leonardo Astrada, que nunca le encontró la vuelta al partido. Paulo Ferrari y Juan Manuel Díaz prácticamente no sorprendieron por las bandas, mientras que Matías Almeyda y Rodrigo Rojas ni marcaron ni jugaron. Por si esto fuera poco, Oscar Ahumada demostró una vez más que la camiseta número 5 del "millo" le queda tan grande como la mismísima Bombonera y fue el exclusivo responsable del primer gol boquense. Marcelo Gallardo no fue el conductor que la banda necesitaba y en la delantera, a Rogelio Funes Moris y a Gustavo Canales les pesó la responsabilidad. El juvenil contó con dos chances claras para marcar, pero falló y su equipo lo pagó caro.
Boca extendió su paternidad porque jugó con el corazón y porque fue un equipo sólido en todas sus líneas. Así de clarito.

"Es una derrota que duele, más en este tipo de partidos. No nos faltó actitud, pero es lógico que cuando Boca se pone en ventaja parece que es muy superior".
"Hago hincapié en decir que en estos partidos no gana el que juega mejor, sino el que sabe aprovechar las jugadas de gol que se le presentan". (Leonardo Astrada, entrenador de River)

"Hemos ligado muchos palos, por eso hoy agradezco a todos los que acompañaron, a la gente, a 'La 12' y a los que confiaron en nosotros".
"Tengo una gran emoción. Nunca pensé en irme, sólo pensé en ganar. Quiero felicitar a los jugadores. Agradezco a los dirigentes por el respaldo". (Abel Alves, técnico de los "xeneizes")

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