La profundidad del sueño se divide en cinco fases

La profundidad del sueño se divide en cinco fases

Los científicos distinguen, en cada etapa del sueño, distintas actividades físicas y neurológicas. El rol del tono muscular.

07 Febrero 2010
El estudiar a las personas mientras duermen les permitió a los científicos A. Rechstchaffen y A. Kales establecer una serie de fases por las cuales se atraviesa durante el descanso. El psicólogo Josep M. Serra Grabulosa realizó una simplificación de este estudio y explicó que la clasificación se realiza a partir de una serie de parámetros electrofisiológicos: electroencefalograma (medición de la actividad eléctrica cerebral), electroculograma (medida de los movimientos oculares), electromiograma submentoniano (medida del tono muscular), respiración (medida del flujo de aire inspirado y cantidad de movimiento muscular torácico-abdominal) y oximetría (cantidad de oxígeno en sangre). La distribución de estas etapas en el período de sueño se ciñe a características comunes en la mayoría de individuos sanos. La fase I, por por ejemplo, es la del sueño ligero. En este estado la persona aún percibe la mayoría de los estímulos que suceden a su alrededor (auditivos y tactiles). El sueño en esta etapa es poco o nada reparador, y coincide con aquellas situaciones en que el sujeto, habiéndose quedado dormidos en el sofá, por ejemplo, si alguien le hiciera algún comentario, este aún le puede responder. Durante este estado el tono muscular está disminuido en relación a la vigilia y aparecen movimientos oculares lentos. En la fase II se produce un bloqueo de los estímulos sensoriales a nivel del tálamo, es decir, nuestro sistema nervioso bloquea las vías de acceso de la información sensorial. Este bloqueo comporta una desconexión del entorno, lo que facilita la conducta de dormir. El sueño en esta etapa es parcialmente reparador, lo que sugiere que no es suficiente para descansar completamente. El tono muscular en este caso es menor que en la etapa anterior y desaparecen los movimientos oculares. En la tercera fase el bloqueo sensorial se intensifica en relación a la fase II, lo que indica una mayor profundidad de sueño. Si una persona se despierta durante esta fase, se encontraría confusa y desorientada. El sueño de fase III es esencial para que la persona descanse subjetiva y objetivamente. El tono muscular es aún más reducido que en la etapa anterior y tampoco hay movimientos oculares. En la fase IV se alcanza la mayor profundidad del sueño y la actividad cerebral se vuelve mucho más lenta. Al igual que la fase III, es un período esencial para la restauración física y psíquica del organismo. Aquí el tono muscular se reduce aún más. Si bien no es la fase típica de los sueños, en algunas ocasiones pueden presentarse. Los sueños de esta etapa se los concibe en forma de imágenes, luces, figuras y casi nunca en forma de historias. La última fase del sueño, llamada MOR (movimiento ocular rápido), es el estadio propio de los sueños que se presentan en forma de narración. En este caso el tono muscular es prácticamente nulo (atonía muscular o parálisis) y las alteraciones más típicas de esta fase son las pesadillas.

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