04 Febrero 2010
No conocía la zona, pero pensó que podía aprovechar la oscuridad para perpetrar el ataque. Cuando vio que una mujer caminaba bajo unos árboles, se abalanzó sobre ella. Le quitó el celular y empezó a manosearla; ella, desesperada, gritó. Fue entonces cuando el delincuente comprendió que había cometido un error: estaba a pocos metros de la Escuela de Policía y de la Dirección General de Bomberos. Aunque corrió como nunca lo había hecho, fue arrestado a pocos metros de la plaza Urquiza.
El hecho se produjo poco después de la madrugada de ayer. Según el informe policial, la víctima, de 36 años, caminaba por calle España al 500, rumbo a su casa. Le faltaban pocos metros para llegar cuando la interceptó el depravado.
Según fuentes policiales, el agresor, de 30 años, vive en Cruz Alta, y como no frecuenta la capital, no sabía que a pocos metros de allí está la Escuela de Policía. Además, los bomberos Luis Pereyra y Jorge Castro estaban trabajando a pocos metros y fueron los primeros en escuchar los desesperados pedidos de auxilio de la víctima.
Cuando se vio descubierto, el delincuente salió corriendo hacia calle Muñecas, por el frente de la institución donde se capacitan los miembros de la fuerza. El oficial Roberto Ale Nasser Edim, que trabaja allí, vio la persecución y llamó a la seccional 5ª.
El agresor logró sortear ese escollo. En su afán por huir, siguió su marcha por calle Muñecas; pero, al llegar a la intersección con avenida Sarmiento, uno de los policías lo volteó de una zancadilla y le puso las esposas. Hoy, el hombre será presentado ante el fiscal Arnoldo Suasnábar en la sede penal de Tribunales, a pocos metros de donde fue aprehendido. La causa está calificada como tentativa de abuso sexual sin acceso carnal y tentativa de robo.
El hecho se produjo poco después de la madrugada de ayer. Según el informe policial, la víctima, de 36 años, caminaba por calle España al 500, rumbo a su casa. Le faltaban pocos metros para llegar cuando la interceptó el depravado.
Según fuentes policiales, el agresor, de 30 años, vive en Cruz Alta, y como no frecuenta la capital, no sabía que a pocos metros de allí está la Escuela de Policía. Además, los bomberos Luis Pereyra y Jorge Castro estaban trabajando a pocos metros y fueron los primeros en escuchar los desesperados pedidos de auxilio de la víctima.
Cuando se vio descubierto, el delincuente salió corriendo hacia calle Muñecas, por el frente de la institución donde se capacitan los miembros de la fuerza. El oficial Roberto Ale Nasser Edim, que trabaja allí, vio la persecución y llamó a la seccional 5ª.
El agresor logró sortear ese escollo. En su afán por huir, siguió su marcha por calle Muñecas; pero, al llegar a la intersección con avenida Sarmiento, uno de los policías lo volteó de una zancadilla y le puso las esposas. Hoy, el hombre será presentado ante el fiscal Arnoldo Suasnábar en la sede penal de Tribunales, a pocos metros de donde fue aprehendido. La causa está calificada como tentativa de abuso sexual sin acceso carnal y tentativa de robo.
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