La risa es la mejor medicina, es un momento de catarsis único y personal

Hablar hoy de salud implica mucho más que la ausencia de enfermedades: es calidad de vida, es salud emocional, es poder desplegar las capacidades creativas y ser feliz con el hacer cotidiano. El arte y la alegría ocupan lugares fundamentales en la humanidad. Son vías de escape de un mundo convulsionado. Y la risa es un momento de catarsis único para cada uno. El estado emocional de una persona tiene gran influencia -para bien o para mal- en su sistema inmunológico. La OPS comprendió que ayudar a una comunidad no sólo implica llevar alimentos y medicinas, sino también entenderla, interactuar y brindarle esperanzas. Para esto el arte y la alegría conforman un buen dúo. En 2009 en Belén, ubicado en la selva de Perú, expertos de la OPS combinaron sus fuerzas con distintos profesionales y artistas y más de 100 payasos humanitarios del instituto fundado por el ya mítico Patch Adams. Entre todos cumplieron con el objetivo: promover la salud y mejorar la calidad de vida de los residentes.

"Reír no es una terapia, el humor y el arte no necesitan ayuda; terapia es una pequeña palabra", dijo Adams en Belén. "El humor ayuda a relajar a los niños, a sus padres y a los médicos; y ayuda a fortalecer la autoestima de los enfermos aliviando el miedo y la angustia", suele recomendar Adams. En este médico y activista social se inspiraron sus colegas José Pellucci y Andrea Romero en 2003 y crearon "Payamédicos", cuyo objetivo es contribuir a la salud emocional de personas hospitalizadas. Antes de actuar saben el nombre y la edad del paciente, su diagnóstico y el pronóstico de su mal. Adams aseguró que la depresión no es una patología sino "un síntoma de la soledad": "Nada es más doloroso para el hombre que no sentirse querido, no correspondido o no conectado a alguien", dijo.