"Las mujeres necesitamos que nos susurren al oído"

"Las mujeres necesitamos que nos susurren al oído"

Las "nenas" maquilladas portaban pancartas con letras de sus temas.

FERVOR. Los fanáticos dejaron cartas y flores en las puertas de su casa. NA FERVOR. Los fanáticos dejaron cartas y flores en las puertas de su casa. NA
06 Enero 2010

BUENOS AIRES.- "Las mujeres necesitamos que nos susurren al oído y ahora ya no tendremos quién lo haga", lamentó desconsolada María, una mujer madura que soportó desde temprano el agobiante calor del verano para dar el último adiós a Sandro en el Congreso.
El "fuego sagrado" de Roberto Sánchez, su verdadero nombre, se apagó y miles de personas, en su mayoría mujeres, esperaron horas bajo el sol para poder ingresar a la capilla ardiente del Salón de los Pasos Perdidos del Parlamento.
Muchas de sus "nenas", como llamaba Sandro a sus fans, se maquillaron y se pusieron sus mejores ropas para ir a despedirlo con rosas rojas, carteles y cartas. Es que el "Elvis" argentino, ídolo popular e ícono sensual para varias generaciones, trascendió todas las fronteras para convertirse en una leyenda.
"No quiero que me lloren cuando me vaya a la eternidad, quiero que me recuerden como a la misma felicidad", rezaban varias pancartas que citaban la letra de "Una muchacha y una guitarra", una de las canciones con las que el "Gitano" enloquecía a sus seguidoras con su particular voz grave y sus movimientos de cadera.
Entre la incesante legión de fanáticos y con una bandera que las acompañaba, un grupo de mujeres cantaba una de las famosas canciones de Sandro y que a tono con la ocasión dice: "Una muchacha y una guitarra para poder cantar/esas son cosas que en esta vida/nunca me han de faltar. Siempre cantando/siempre bailando yo quisiera morir,/dejar el cielo sobre este suelo/en el que yo nací".


En Banfield
El fervor popular se reflejó también frente a su vivienda en Banfield, un tranquilo barrio al sur de la ciudad, donde cartas, flores y carteles tapizaron los muros detrás de los cuales Sandro protegió su intimidad en los últimos años. Decenas de vecinos se acercaron hasta el lugar para rendir su homenaje al desaparecido cantante, y un grupo de sus "nenas" se instaló en la calle frente a la casa. (DPA. Especial)

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