Diseñó un programa para su abuela, que padece Alzheimer

Diseñó un programa para su abuela, que padece Alzheimer

Eduardo Navarro creó un taller de estimulación cognitiva para pacientes con ese mal. El joven de 16 años, alumno de la Escuela República de Panamá, fue distinguido por esta iniciativa en Brasil.

NIETO MODELO. Eduardo fue premiado en Brasil. Pero el mayor premio, dice, es la sonrisa de su abuela. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL NIETO MODELO. Eduardo fue premiado en Brasil. Pero el mayor premio, dice, es la sonrisa de su abuela. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
12 Diciembre 2009
CONCEPCION.- El estudiante Eduardo Nicolás Navarro (16 años) trabaja sin descanso en el afán de mejorar la calidad de vida de los enfermos del mal de Alzheimer. Y ese compromiso, que emprendió hace un par de años, tiene un impulso especial: su abuela Ernestina está  afectada por esa enfermedad. La dedicación que el joven pone al estudio del problema comenzó a dar frutos importantes en beneficio de la paciente y de su carrera como estudiante del polimodal de la Escuela de Comercio "República de Panamá" de esta ciudad.
El año pasado Eduardo fue distinguido en la 23ª Muestra Internacional de Ciencia y Tecnología (Mostratec) que se realizó en Novo Hamburgo (Brasil) por su trabajo "Aprendiendo a transitar juntos el laberinto del mal de Alzheimer: para cuidar hay que saber hacerlo". Ahora el joven acaba de recibir nuevamente otro reconocimiento en la 24ª Muestra Internacional de Novo Hamburgo (Brasil). Esta vez fue  por su trabajo  "Alzheimer, un desafío compartido". Navarro, como parte de la distinción,  fue invitado para la  cuarta feria Inepo Euroasia (Internacional Environmental Projecto Olympiad) a realizarse el  próximo año y para la 6º Expociencia 2010 de Encarnación (Paraguay). "Este trabajo es una profundización de la investigación que inicié sobre el mal. He creado un taller, por ahora en la familia, que apunta a la estimulación cognitiva de los enfermos para así reeducar y restablecer las capacidades perdidas u olvidadas, como la orientación, el lenguaje, las praxias o la estimulación de la motricidad, las gnosis o reconocimiento de los objetos, la memoria y el cálculo. El taller no es para evaluar al enfermo, sino para estimularlo. Hay una tutora del taller, la psicóloga becaria del Conicet Gabriela Castelli. Se hace un seguimiento sobre el proceso de la enfermedad y se plantean las formas de recuperar lo perdido. Se encara la estimulación cognitiva", añadió.
"Gracias al taller la situación de mi abuela mejoró bastante. En él participamos todos los parientes. Hay, por ejemplo, estimulación con aplausos. Son cosas sencillas que sirven bastante al enfermo", apuntó. El taller tiene dos secciones: "Aprendiendo a cuidarme" contiene todos los pasos que debe tener el cuidador para cuidarse él y afrontar las situaciones problemáticas que se le presentan a diario. La otra, "Aprendiendo a cuidar", apunta a reeducar y restablecer las capacidades olvidadas del paciente.
"Los resultados no se los puede ver de un día para otro. Se trata de una enfermedad en la que el paciente pierde poco a poco sus células neuronales. Se trabaja con todos los que rodean al enfermo; si están preparados se disminuye el esfuerzo que representa tratarlo todos los días" enfatizó.  El joven no descarta crear un taller más amplio para otras familias con enfermos de Alzheimer.

Ayudar y ayudarse
Entre las actividades que propone el taller figuran:mostrarle al  enfermo el álbum  de fotos de la familia; cantarle canciones.

El cuidador debe estar preparado para sobrellevar la vida diaria con el paciente, con una fuerte carga emocional y física.

Para que el paciente no pierda noción de las fechas, se recomienda poner un calendario enorme en el que se marquen los días.

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