Las enfermeras son una pieza clave para asistir a prematuros

Las enfermeras son una pieza clave para asistir a prematuros

El personal debe conocer todas las patologías.

25 Noviembre 2009
Las condiciones o patologías que llevan a que un niño se considere de alto riesgo son varias. Las patologías quirúrgicas o las cardiopatías congénitas -especialmente las que requieren cirugías inmediatas- ocupan un lugar importante y generalmente provocan que estos neonatos sean derivados a instituciones de mayor complejidad. Sin dudas, la prematurez ocupa el primer lugar. En el recién nacido prematuro la inmadurez de sus órganos y sistemas lo hace vulnerable, ya que cuanto menores son el peso y la edad gestacional, mayores son los problemas de adecuación a la nueva vida y más alto es el riesgo de mortalidad.
Un paciente prematuro en terapia intensiva requiere una unidad con el equipamiento y los insumos que permitan el monitoreo, los cuidados y los tratamientos en forma adecuada: regulación de la temperatura, administración de oxígeno y infusión de líquidos endovenosos, entre otros. Y, sobre todo, la asignación de enfermeras altamente entrenada para su atención. Por su inmadurez inmunológica y su internación prolongada, tienen mayor riesgo de contraer una infección hospitalaria, lo que agravaría el pronóstico, ya que este tipo de infecciones son la primera causa de muerte.

Alto riesgo

"Para brindar una adecuada calidad de atención a los recién nacidos prematuros o de alto riesgo es necesario contar con conocimientos sólidos, destrezas y gran experiencia en el cuidado neonatal - asegura Nora Erpen, enfermera jefa de Neonatología del Hospital Juan P. Garrahan de Buenos Aires-. La capacitación de enfermería se hace en forma progresiva partiendo desde la baja complejidad con la incorporación simultánea de aspectos teóricos y la adquisición de habilidades. Sólo cuando se han logrado estos objetivos, el personal de enfermería estará en condiciones de atender a recién nacidos críticamente enfermos. A su vez, es fundamental la actualización de los conocimientos y del entrenamiento"
La cuidadora de familias de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal del Garrahan, Clara Gilly, dijo: "para cuidar bebés de alto riesgo las enfermeras tienen que estar capacitadas porque si no conocen las patologías no pueden hacer el seguimiento. Una enfermera que sigue la evolución de estos chicos observa su crecimiento -talla, perímetro encefálico, peso- y su desarrollo, que se refleja en las habilidades, aptitudes, si puede jugar y si puede tolerar consignas".
La teoría de que los bebés eran incapaces de sentir dolor y el desconocimiento sobre las dosis y los efectos de los analgésicos hicieron que por mucho tiempo los neonatos no recibieran tratamiento o fuese inadecuado. La administración del oxígeno era considerada beneficiosa y hasta inocua. La evidencia científica muestra hoy que es potencialmente peligroso, que se debe administrar sólo si es necesario, en forma controlada y monitoreada "Estas condiciones deben cumplirse en la unidad de terapia, en la sala de recepción y durante el traslado. Otro cambio importante es el cuidado para el neurodesarrollo, cuyo objetivo es propiciar condiciones favorables para lograr un crecimiento y desarrollo adecuados. En la atención neonatal, los cambios se siguen produciendo día a día con nuevas terapias respiratorias, medicamentosas y técnicas quirúrgicas", subraya la enfermera.

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