Se hará eje en matemática, lengua y un idioma extranjero

"La historia de los alumnos repitentes de Argentina es una historia de una gran soledad. Es la historia de un chico que va perdiendo el control de su disciplina, del trabajo de la carpeta, y que arrastra a lo largo de sus estudios contenidos que no entendió", sintetizó la secretaria de Educación de la Nación María Inés Vollmer. La funcionaria se reunió  en Tucumán con autoridades, equipos técnicos directores de nivel y supervisores, para definir los lineamientos de la nueva escuela secundaria.
Acompañada por la ministra Silvia Rojkés de Temkin , la funcionaria dijo que habrá un ciclo básico común de tres años (Primero, segundo y tercer año) en el caso de Tucumán, y de otros tres años para el ciclo superior orientado. La provincia -anunció Vollmer-, adoptará 10 orientaciones -Informática, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, sólo por nombrar algunas- que otorgarán el título de bachiller, mientras que las escuelas técnicas y las artísticas certificarán el título de técnico. Vollmer anunció que más allá de los cambios curriculares que cada provincia pueda realizar, las tres materias obligatorias en los tres primeros años de la secundaria son Lengua, Matemática y una lengua extranjera.  
Por otra parte, dijo que la reforma no es "en absoluto" facilista. "Requiere exigencias tanto para el alumno como para el docente. Los alumnos aprobarán una materia con el estudio y el esfuerzo". "Lo que sí va a hacer la escuela -ejemplificó- es facilitar los materiales y el tiempo necesario, por ejemplo, a una alumna embarazada, brindándole y acercándole el material, la bibliografía y la consultoría para que no pierda el año". "No es necesario que haya un gabinete en cada escuela, pero lo que sí deben tener las escuelas es un plantel de tutores, preceptores y docentes preparados para atender a preadolescentes y adolescentes", sostuvo.
Sobre el aporte y responsabilidad de los Estados nacional y provincial, afirmó que durante 2010, el 50 % de las escuelas secundarias del país ingresarán al plan de mejora con un aporte especial para que puedan aplicar estos cambios; y que el 50% restante se incorporará en 2011.
También dijo que no será obligación en el secundario exigir un uniforme particular. "Es mejor llegar a un consenso entre padres, alumnos y docentes. En escuelas de Buenos Aires prevaleció la adopción de ropa que los chicos usan habitualmente, como el vaquero y unas zapatillas limpias", concluyó.