El mal aliento de los perros tiene cura

El mal aliento de los perros tiene cura

HIGIENE. Una vez a la semana hay que lavarles los dientes. HIGIENE. Una vez a la semana hay que lavarles los dientes.
19 Noviembre 2009
Más del 85% de los perros sufre problemas de encías a causa de la falta de higiene de los dientes. El clásico "aliento de perro" no es más que un conocido problema de halitosis que padece la mayoría de los canes, especialmente cuando son adultos debido a su alimentación. Los cachorros, en cambio, muerden distintos objetos porque están cambiando los dientes, y de esa manera se produce una limpieza natural.
"La halitosis se produce por la acumulación de la placa bacteriana a causa de la falta de higiene. A medida que pasa el tiempo se producen caries y alteraciones en las encías", explica la veterinaria Rosandra Molina.
Aunque nadie acostumbra a lavar los dientes a los perros no es mala idea. Incluso es recomendable iniciar el hábito cuando son cachorros, aconseja la especialista. Recomienda pasar un cepillo suave con una pasta dental canina que se compra en las veterinarias o, simplemente, se higienizan los dientes con una gasa envuelta en el dedo, untada en bicarbonato de sodio. Se roza las piezas dentarias hasta las encías una sola vez a la semana, recomienda Molina.
Si persistiera el mal olor se puede comprar una pastilla cuprosódica de clorofila, que se administra por vía oral. Este medicamento no sólo elimina las bacterias de la boca sino también otros olores, como por ejemplo el que emanan las perras en celo. También desodoriza la orina.
Muchas veces la halitosis se ve en bocas con pequeñas lastimaduras y un leve sangrado. Cuando las lesiones se extienden y abarcan todo el tejido que rodea el diente provocan una enfermedad periodontal. En estos casos hay que consultar al veterinario.

Inflamación y sarro

En los cachorros la halitosis se presenta entre los seis y ocho meses, según las condiciones de vida y la predisposición racial e individual de la mascota. En las razas pequeñas, como el maltés o el yorkshire, la evolución puede ser prematura y observarse una inflamación crónica de las encías en animalitos jóvenes, de dos o tres años. El caso más característico es la formación de placa bacteriana por la mala higiene. Esto inicia un proceso inflamatorio que causa la formación de sarro, constituida por depósitos minerales que agrava la inflamación. Si el problema no recibe la atención debida, empeora. Y en casos agudos produce la movilidad de las piezas dentales.

Mejor prevenir
Tanto la alimentación adecuada como la higiene bucal periódica son fuertes pilares para mantener sanas las mascotas.
Es aconsejable que consuman alimento seco, balanceado, ya que la masticación de elementos consistentes actúa como barrido mecánico de los dientes. El veterinario puede indicar el uso de raspadores manuales  que se venden en veterinarias para lograr la eliminación de la placa bacteriana y del sarro dental.
Es importante no descuidar los dientes del animal, porque una dentadura completa le da mejor calidad de vida. Si los dientes están sanos el perro se podrá alimentar sin problemas, pero además la pérdida de los incisivos (dientes centrales) causan la caída de la lengua fuera de la boca y eso puede provocar falta de humectación y lesiones.
"Si no se retira el sarro que se forma sobre la superficie del diente en forma manual, este puede causar una inflamación en las encías y hasta puede pasar a los riñones y, en algunos casos, también puede acarrear secuelas en los ojos. Esto se debe a que las raíces del cuarto premolar y del primer y segundo maxilar están muy cerca del globo ocular. Podría desencadenar en problemas en la visión", advirtió la médica veterinaria.

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