En Tucumán ya se emplean imanes en las laparoscopías

En Tucumán ya se emplean imanes en las laparoscopías

La intervención quirúrgica no deja cicatriz

ARTIFICES. Vega junto a Lonac, Torres y los médicos Vega y Yalour. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI ARTIFICES. Vega junto a Lonac, Torres y los médicos Vega y Yalour. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
18 Noviembre 2009
Hace dos décadas, la cirugía laparoscópica revolucionó la práctica quirúrgica al reducir a sólo tres incisiones las grandes intervenciones a cielo abierto. Hoy la ciencia ha dado un paso al avanzar de la técnica miniinvasiva con tres pequeños cortes a la denominada "sin huella",  que no deja cicatriz. La nueva técnica, que ya se aplica en Tucumán, se vale de una sola herida de apenas 12 milímetros, que quedará disimulada detrás de la única cicatriz que todos los seres humanos traen de nacimiento, el ombligo. La operación se realiza utilizando imanes para maniobrar el órgano enfermo.
La nueva técnica se aplica en Tucumán y está a cargo del equipo médico del sanatorio Rivadavia que dirige el cirujano Ricardo B. Vega. El proyecto científico fue apoyado por el Instituto de las Ciencias de la Salud y Calidad de Vida de la carrera de Diseño Industrial de la Universidad de San Pablo T. El instrumental fue fabricado en el laboratorio técnico del doctor Juan José Torres.

Técnica con imanes

En 2005, el médico argentino Guillermo Domínguez presentó en Buenos Aires su primera experiencia ImanLap, con la utilización de dispositivos magnéticos para realizar una colecistectomía (extirpación de la vesícula). Domínguez había ideado este método después de conocer la técnica de cirugía "sin huella" que había desarrollado Fausto Dávila en México. Este último se valía de una incisión detrás del ombligo y utilizaba agujas para movilizar los órganos. Domínguez mejoró la técnica utilizando por primera vez los imanes, explicó Vega en una visita a LA GACETA. El cirujano estuvo acompañado por la fundadora de la Universidad San Pablo T, Catalina Lonac, el médico Torres y dos jóvenes integrantes del equipo, Mario Vega y Juan Cruz Yalour.

Cómo funciona

El sistema utiliza un conjunto de imanes de gran potencia ubicados en el exterior del abdomen, para atraer a otros ubicados dentro del organismo. Al mover los imanes exteriores se corre una videocámara interna hasta posicionarla en el punto adecuado para guiar el instrumento quirúrgico.  
Tucumán fue la primera provincia en el NOA en aplicar esta tecnología. Después de una etapa de capacitación, a cargo del propio Domínguez, se pasó a la práctica en simuladores y en animales. Finalmente se llevó a cabo la primera operación en mayo de este año, de un caso de una apendicitis aguda. La segunda intervención fue hace dos semanas. La paciente era una mujer de 39 años, delgada, que padecía de pólipos de vesícula biliar, contó Vera. Ambas operaciones fueron exitosas y no dejaron ninguna cicatriz.
"La gran ventaja del método es fundamentalmente estética, pero también podría haber otros beneficios como un postoperatorio más rápido. Esto se comprobará con el correr del tiempo", afirmó Vega. "Como todo método nuevo, es necesario pasar por un entrenamiento adecuado, contar con un cuerpo médico capacitado y tener un centro de cirugía experimental. Todo esto lo tenemos con el apoyo de la Universidad", afirmó Vega.
El procedimiento laparoscópico con imanes está indicado para casos de hernia hiatal, apendicitis, enfermedades ginecológicas y otras patologías.



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