10 Noviembre 2009
Momentos de tensión y de incertidumbre se vivieron esta mañana en los hospitales públicos de la capital, después de que la Policía entrara por la fuerza y abriera las puertas, dando por terminada así la medida de protesta de los autoconvocados de la salud que desde ayer atendían sólo en las guardias y mantenían cerrados los nosocomios.
El operativo fue ordenado por la Justicia, luego de que la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), filial Tucumán, presentara anoche una denuncia en la fiscalía de turno. "Pedimos por la libertad de trabajo, porque muchos afiliados dicen que los médicos en huelga los sacan de los hospitales y no los dejan trabajar", argumentó el secretario general del gremio, René Ramírez.
La medida policial se cumplió a las seis, cuando los uniformados irrumpieron en el Hospital de Niños, en el Centro de Salud, en el Hospital Padilla y en el Instituto de la Maternidad. En este último, se registraron incidentes entre los efectivos y los trabajadores de la sanidad. Según algunas versiones, hubo forcejeos y dos enfermeras sufrieron golpes leves.
Actualmente, los centros asistenciales se encuentran con consignas policiales. A las 21, los manifestantes asistirán a una asamblea que se realizará en el subsuelo del Hospital de Niños, donde evaluarán los pasos a seguir. La mayor preocupación del grupo es averiguar quien dio la orden para que la Policía entre a los hospitales.
Ayer se rumoreaba que también el Siprosa había efectuado una presentación judicial para impedir que hoy volvieran a cerrarse las puertas de los hospitales. La versión no fue confirmada. Incluso, el ministro de Salud, Pablo Yedlin, informó que él no había acudido a la Justicia.
Los autoconvocados preparan la marcha de las antorchas anunciada para el viernes a las 20.30. Estiman que en esta oportunidad la manifestación congregará a más de 15.000 personas. Reclaman un aumento sin montos en negro, el pase del personal transitorio a planta permanente, la regularización de los contratados, la vigencia de la carrera sanitaria, el reconocimiento por insalubridad y el 82% móvil para los jubilados. LA GACETA ©
El operativo fue ordenado por la Justicia, luego de que la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), filial Tucumán, presentara anoche una denuncia en la fiscalía de turno. "Pedimos por la libertad de trabajo, porque muchos afiliados dicen que los médicos en huelga los sacan de los hospitales y no los dejan trabajar", argumentó el secretario general del gremio, René Ramírez.
La medida policial se cumplió a las seis, cuando los uniformados irrumpieron en el Hospital de Niños, en el Centro de Salud, en el Hospital Padilla y en el Instituto de la Maternidad. En este último, se registraron incidentes entre los efectivos y los trabajadores de la sanidad. Según algunas versiones, hubo forcejeos y dos enfermeras sufrieron golpes leves.
Actualmente, los centros asistenciales se encuentran con consignas policiales. A las 21, los manifestantes asistirán a una asamblea que se realizará en el subsuelo del Hospital de Niños, donde evaluarán los pasos a seguir. La mayor preocupación del grupo es averiguar quien dio la orden para que la Policía entre a los hospitales.
Ayer se rumoreaba que también el Siprosa había efectuado una presentación judicial para impedir que hoy volvieran a cerrarse las puertas de los hospitales. La versión no fue confirmada. Incluso, el ministro de Salud, Pablo Yedlin, informó que él no había acudido a la Justicia.
Los autoconvocados preparan la marcha de las antorchas anunciada para el viernes a las 20.30. Estiman que en esta oportunidad la manifestación congregará a más de 15.000 personas. Reclaman un aumento sin montos en negro, el pase del personal transitorio a planta permanente, la regularización de los contratados, la vigencia de la carrera sanitaria, el reconocimiento por insalubridad y el 82% móvil para los jubilados. LA GACETA ©
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