Una muestra invita a conocer la vida tucumana a través de la ropa

Una muestra invita a conocer la vida tucumana a través de la ropa

Veinte piezas revelan detalles de la moda en nuestra provincia en los siglos XIX y XX. En la exposición montada en el la sala del primer piso del Museo, los objetos dan cuenta de la vida social de distintas épocas.

LA GUERRA, EL CIVISMO Y EL GLAMOUR. En la muestra hay prendas de guerra, de calle y de noche. LA GACETA / FRANCO VERA LA GUERRA, EL CIVISMO Y EL GLAMOUR. En la muestra hay prendas de guerra, de calle y de noche. LA GACETA / FRANCO VERA
21 Octubre 2009
Las piezas no son muchas, pero bastan 22 prendas de indumentaria para otear pinceladas de la vida social, religiosa y política del Tucumán del siglo XIX y del XX. Desde el boato de un vestido de tul negro de fines del siglo XIX al que la leyenda le atribuye erróneamente a Lola Mora hasta las líneas ya modernas del frac de Celestino Gelsi, que gobernó Tucumán entre 1958 y 1962, matizado por zapatos de raso bordado con hilos de seda y hebilla de taco chupete y por un casquete bordado en perlas y lentejuelas que les arrancará suspiros a las amantes de la moda "vintage", todo eso se puede encontrar en "Trajes y tiempos: la indumentaria del siglo XVIII al siglo XX", una muestra que se exhibe en el primer piso del museo Provincial Nicolás Avellaneda hasta fin de mes.
Acaso, la pieza más llamativa es un delantal de cocina datado en el siglo XIX, hecho en seda con volados de tul negro y bordados de colores con hilo de seda: señal de que las damas también cocinaban. Esa pieza, según se informa, fue una donación del ya fallecido pintor Darío de la Orden. En cuanto a los zapatos, en Tucumán no se conseguían, según se infiere de la etiqueta en la cual todavía puede leerse la marca: "Zapatería del León, López y Vigil", Buenos Aires.
En "Trajes y tiempos..."  también están las huellas del boato religioso del siglo XVIII, como un cubrecopón en seda, bordado en hilos de oro, proveniente de la iglesia jesuítica de Lules, y un bonete de monseñor Jaime Roig y Riera, del siglo XIX.
Párrafo aparte merecen los dos abanicos, uno de los cuales, confeccionado en nácar y encaje, perteneció a Isidora Zavaleta de Mariño, en el siglo XIX. Con la otra pieza, hecha en plumas de avestruz negro y varillaje de carey rubio, ahuyentaba el calor de las tardes tucumanas de la primera mitad del siglo XX Benjamina López Pondal de Critto, que fue esposa de Miguel Critto, gobernador de Tucumán entre 1939 y 1942.
Entre la indumentaria masculina hay charreteras y sombreros que pertenecieron a Lucas Córdoba y una galera que engalanó a José Posse, que gobernó Tucumán entre 1864 y 1866.
La muestra es parte de una colección de indumentaria y textiles que está integrada por 70 piezas, y que están en proceso de restauración y de conservación, explicó la responsable de esa tarea, Estela Guzmán.
Entre las piezas que están siendo restauradas hay un poncho que perteneció a Alejandro Heredia y un  fragmento de tejido del imperio incaico, añadió la especialista.
La restauradora explicó que para la datación de las piezas fue asesorada por expertos de la Dirección Nacional de Patrimonio. "La mayor parte de la colección es del siglo XIX; y el criterio para montar la muestra no ha sido en función de un período económico-social determinado. Lo que me interesaba era el rescate de las piezas más sensibles. La tarea consiste en revisar si la pieza está infectada. Se le quita el polvillo, se hace un cepillado suave y se usa una aspiradora con una boquilla y una malla de nylon en la punta, para que la succión no sea fuerte. Se debe seguir la dirección de la trama o de la urdimbre, nunca en contra de la fibra, para no dañarla", concluyó.

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