El incendio en el cerro San Javier parece imparable

El incendio en el cerro San Javier parece imparable

Los focos están dispersos en un radio de 10 hectáreas y anoche los bomberos seguían luchando por extinguirlos.

EQUIPO. Un bombero porta una mochila con agua para apagar el fuego. LA GACETA / HECTOR PERALTA EQUIPO. Un bombero porta una mochila con agua para apagar el fuego. LA GACETA / HECTOR PERALTA
15 Octubre 2009
Durante todo el día de ayer, las columnas de humo que se elevaron desde el cerro San Javier llamaron la atención de los tucumanos. Por la noche, las llamas que se divisaron desde Yerba Buena generaron preocupación. Hasta el cierre de esta edición, varias dotaciones de bomberos seguían trabajando para combatir un incendio que se desató el martes al mediodía y que afectaba una zona de unas 10 hectáreas.
El fuego comenzó el martes en las inmediaciones de la zona conocida como El Rulo, a la altura del kilómetro 17 de la ruta 338. Bomberos de la Policía y de Lules lograron controlarlo cerca de las 3 de ayer. Pero al amanecer, las llamas se reavivaron. Debido a que algunos focos se encontraban cerca de la ruta, el tránsito fue suspendido en varios tramos del camino. A media tarde, esta situación fue controlada y los vehículos pudieron volver a transitar
De todos modos, varios focos siguieron encendidos. El jefe de los Bomberos de la Policía, Raúl Lobo, informó que había varios incendios en un radio de aproximadamente 10 hectáreas. "El viento nos perjudica mucho. Las ráfagas levantan cenizas y elementos que se están quemando, los llevan a otros puntos del cerro y se inicia un nuevo foco", explicó el comisario.
Por su parte, el comisario Luis Ibáñez, jefe de la Regional Norte, explicó que al anochecer había disminuido la magnitud del incendio. "Pero el problema es que se lo controla en un lugar y se vuelve a encender en otro. Está más controlado, pero seguimos trabajando", afirmó.
Las labores de los bomberos se complicaron por lo escarpado del terreno. Como los camiones no podían llegar hasta los focos del incendio, el personal debió cargar mochilas con agua y subir por los senderos.
El comisario Carlos Paz, quien colaboró con los bomberos, añadió que la sequía, el viento y la costumbre de hacer fuego están conformando en los últimos días un cóctel peligroso. Además, indicó que es difícil trabajar en la zona afectada debido a las pronunciadas pendientes. "El terreno es muy escarpado", explicó.
Los policías sospechan que el incendio fue intencional. Según la investigación, el siniestro habría sido originado por ciclistas que pasaron por un sendero cercano a la zona conocida como El Rulo.
"Por suerte, el humo no llegó hasta acá y todavía tenemos luz y teléfono. El único problema que tuvimos es que mientras estuvo cortado el camino hubo que subir o bajar a la ciudad por Villa Nougués", comentó anoche Romina, recepcionista de un hotel de San Javier.


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