17 Agosto 2009
DISEÑO EN LA CALLE. Frente a la Casa DAR, en plena calzada, 12 diseñadores montaron pequeños stands. Allí exhiben prendas de vestir y múltiples accesorios, entre otras cosas, de elaboración propia. LA GACETA / HECTOR PERALTA / INES QUINTEROS ORIO
El buen gusto, los estilos innovadores que los diseñadores aplicaron a los 22 espacios intervenidos de la vieja casona ubicada en el pasaje Bertrés al 200, arrancaron exclamaciones y suspiros. La Casa DAR (Diseño Argentino 2009) sorprendió a los tucumanos.
El público quedó maravillado. Sobre todo los jóvenes, que invadieron los dos bares que la casa ofrece con rediseños ganadores. Uno de ellos obtuvo el primer galardón en la categoría Diseño Interior, y el otro, primero en la de Paisajismo.
"Me faltan ojos para ver esta maravilla", dijo una de las visitantes acerca de la segunda planta de la casa, donde se muestran habitaciones decoradas con lo último en iluminación y color. Los baños parecen sacados de las portadas de esas revistas que hacen soñar despiertos.
La casa se llenó de público el sábado por la noche, y la gente pudo disfrutar cada rincón de la señorial vivienda, los revestimientos, el mobiliario, los objetos decorativos, los colores y, sobre todo, las formas en las que se aprovecharon los pequeños espacios, como sucedió con la habitación-estudio que ganó el segundo premio en la categoría "Espacio reducido". Un objeto acaparó la atención: el sofá que ganó el premio al mejor objeto de diseño de la Casa DAR 2009. Lo realizó Lucía López de Zavalía en género y tejido. Rafael Kreibhom y Ana Inés Paz se lucieron con el espacio "Luz y sombra", que obtuvo una mención especial.
Omar Farhat, el organizador de la muestra dijo que el trabajo que hicieron todos los profesionales (participaron 40) es de una "calidad incomparable". La casa está abierta al público de lunes a jueves de 17 a 22; los viernes, de 17 a 24 y los sábados y domingos, de 16 a 24.
Original
La novedad en esta edición es la participación de 12 jóvenes diseñadores que colocaron sus trabajos en pequeños stands en la calle. Esta movida capturó la atención de la gente por la originalidad y exclusividad de las obras. Lámparas y artefactos lumínicos, indumentarias, objetos utilitarios, y decorativos, muebles, accesorios, ropa y mobiliario para decorar el cuarto de los niños y joyería en vitrofusión, entre otros numerosos elementos que están para la venta y a precios muy accesibles.
Además, hay diseños exclusivos de barracán con motivos bordados, camisas pintadas a manos, y ropa juvenil confeccionada en modal muy prácticos, reversibles a dos colores y de muy buena costura. Todos los artículos son de diseño propio, no hay nada de reventa.
Esta minimuestra funcionará únicamente los sábados y domingos, hasta el 6 de setiembre, pero hoy también estará habilitada ya que es feriado nacional.
Como en Buenos Aires
En conjunto, la cuadra del pasaje Bertrés al 200 -característico por los ejemplares de naranjos que se alinean en ambas veredas- parece un pedazo del barrio de San Telmo que se escapó del mapa porteño.
En la misma cuadra, además de la Casa DAR, se encuentra la exposición de Arte Contemporáneo, de Adriana Plaza, en la esquina de Rivadavia está la histórica confitería y, al frente de la Casa DAR, en una propiedad también antigua, se habilitó un restó bar donde asisten músicos con exquisitos repertorios que matizan la velada.
El público quedó maravillado. Sobre todo los jóvenes, que invadieron los dos bares que la casa ofrece con rediseños ganadores. Uno de ellos obtuvo el primer galardón en la categoría Diseño Interior, y el otro, primero en la de Paisajismo.
"Me faltan ojos para ver esta maravilla", dijo una de las visitantes acerca de la segunda planta de la casa, donde se muestran habitaciones decoradas con lo último en iluminación y color. Los baños parecen sacados de las portadas de esas revistas que hacen soñar despiertos.
La casa se llenó de público el sábado por la noche, y la gente pudo disfrutar cada rincón de la señorial vivienda, los revestimientos, el mobiliario, los objetos decorativos, los colores y, sobre todo, las formas en las que se aprovecharon los pequeños espacios, como sucedió con la habitación-estudio que ganó el segundo premio en la categoría "Espacio reducido". Un objeto acaparó la atención: el sofá que ganó el premio al mejor objeto de diseño de la Casa DAR 2009. Lo realizó Lucía López de Zavalía en género y tejido. Rafael Kreibhom y Ana Inés Paz se lucieron con el espacio "Luz y sombra", que obtuvo una mención especial.
Omar Farhat, el organizador de la muestra dijo que el trabajo que hicieron todos los profesionales (participaron 40) es de una "calidad incomparable". La casa está abierta al público de lunes a jueves de 17 a 22; los viernes, de 17 a 24 y los sábados y domingos, de 16 a 24.
Original
La novedad en esta edición es la participación de 12 jóvenes diseñadores que colocaron sus trabajos en pequeños stands en la calle. Esta movida capturó la atención de la gente por la originalidad y exclusividad de las obras. Lámparas y artefactos lumínicos, indumentarias, objetos utilitarios, y decorativos, muebles, accesorios, ropa y mobiliario para decorar el cuarto de los niños y joyería en vitrofusión, entre otros numerosos elementos que están para la venta y a precios muy accesibles.
Además, hay diseños exclusivos de barracán con motivos bordados, camisas pintadas a manos, y ropa juvenil confeccionada en modal muy prácticos, reversibles a dos colores y de muy buena costura. Todos los artículos son de diseño propio, no hay nada de reventa.
Esta minimuestra funcionará únicamente los sábados y domingos, hasta el 6 de setiembre, pero hoy también estará habilitada ya que es feriado nacional.
Como en Buenos Aires
En conjunto, la cuadra del pasaje Bertrés al 200 -característico por los ejemplares de naranjos que se alinean en ambas veredas- parece un pedazo del barrio de San Telmo que se escapó del mapa porteño.
En la misma cuadra, además de la Casa DAR, se encuentra la exposición de Arte Contemporáneo, de Adriana Plaza, en la esquina de Rivadavia está la histórica confitería y, al frente de la Casa DAR, en una propiedad también antigua, se habilitó un restó bar donde asisten músicos con exquisitos repertorios que matizan la velada.
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