La historia que entró a las aulas a través de la pantalla de TV

La historia que entró a las aulas a través de la pantalla de TV

El intelectual disertará mañana en Tucumán.

CON MIRAS AL BICENTENARIO. Pigna hablará del contexto cultural de 1810. CON MIRAS AL BICENTENARIO. Pigna hablará del contexto cultural de 1810.
12 Agosto 2009
"Creo que sigue siendo válida aquella añeja definición que plantea que la historia sirve para entender el presente y mejorar el futuro. Pero la historia no es sólo una materia instrumental; vale por sí misma, por su especificidad que nos permite conocer cada vez mejor las diversas etapas del pasado humano", afirma Felipe Pigna, cuando se le pregunta para qué sirve la historia.
Mañana, a las 20.30, en el auditorio de la FET; Pigna hablará del contexto intelectual, político y cultural de la Revolución de Mayo, proceso que él define como "la influencia de las ideas europeas, las ideas económicas de Belgrano, la formación y la puesta en práctica del pensamiento de Mariano Moreno y su continuidad en el notable tucumano Bernardo de Monteagudo".
El autor de "Los mitos de la historia argentina" , co- conductor del ciclo "Algo habrán hecho" y director de la revista "Caras y caretas" y del sitio www.elhistoriador. com.ar, disertará mañana en el marco del ciclo cultural que organiza la Caja Popular de Ahorros, con el auspicio de la revista "Ñ".

-¿Cómo empezó su experiencia de divulgación de la historia?
-Yo me recibí en el 84 y comencé a trabajar en la docencia casi de imediato. En el Colegio Carlos Pellegrini de la UBA llevé adelante a partir de 1993 un proyecto de realización de documentales de historia argentina con docentes y alumnos. Durante los 10 años que duró el proyecto hicimos 13 documentales que cubren la historia argentina desde la creación del virreinato al 2001. Allí comencé a tomar conciencia de la importancia de la introducción de las llamadas nuevas tecnologías y cómo esto ayuda a incrementar y estimular el interés de los niños y jóvenes por la historia. Eso quedó más que demostrado en el éxito de "Algo habrán hecho", la serie que hicimos con Mario Pergolini.

-¿Qué se pierde y qué se gana en profundidad cuando se cuenta la historia por TV?
-Depende si uno cede o no, si uno tiene en claro lo que quiere hacer y entiende que no hay por qué sacrificar ni contenidos ni reflexión  en aras de la supuesta demanda de liviandad de la televisión. La experiencia de "Algo habrán hecho" es maravillosa y nos desborda en el mejor de los sentidos. Recibimos miles de mails de docentes y alumnos de todo el país, agradeciéndonos por lo útil y didáctico que le resultaron las tres temporadas de "Algo habrán hecho", que ya están en DVD y se usan en muchísimas, miles de escuelas del país.

-Un tema de la historiografía reciente ha sido la vida privada. ¿Qué temas le interesan hoy a la historia?
- El interés por la historia de la vida privada a partir de la extraordinaria colección dirigida por Duby cobró otra dimensión explicativa desde lo cotidiano de los grandes fenómenos históricos. De manera que se mantiene y mejora, ayudando a la comprensión de los grandes procesos. Creo que hay un creciente interés por la historia cultural y por la historia de las ideologías

-En la polémica entre Memoria e Historia que instala Pierre Nora, ¿dónde se ubica usted ?
- Para mí, la historia profesionaliza la memoria, por decirlo así. Le da historicidad a la memoria, sea esta colectiva o individual. En nuestro caso vamos logrando con muchas dificultades y oposiciones darle historicidad a la memoria de la dictadura. Creo que la historia debe valerse de la memoria y llevarla a una instancia superadora, que amplíe el campo de lo contingente.

- Qué opina de quienes  dicen que  no hay que mirar la historia con las categorías del presente?
-Es imposible mirar la historia con otras categorías que no sean las del  presente. Lo han hecho todos los historiadores de Herodoto para acá. Nos surgen las preguntas desde el hoy, desde nuestras preocupaciones, y sería absurdo desechar categorías modernas y evolucionadas para analizar el pasado. Otra cosa es descontextualizar, pretender que Sarmiento pensara como pensamos hoy, sancionarlo desde el hoy. En mis libros aplico siempre la mirada de los contemporáneos a los hechos, justamente teniendo en cuenta este argumento tan conservador que dice que no se puede condenar la conquista de América ni calificarla como un genocidio porque estaríamos sacando de contexto los hechos; pero resulta que Bartolomé de Las Casas, protagonista y testigo de la conquista, es quien instala en aquellos momentos, mientras sucedían los hechos, la idea del genocidio y lo mismo hace en su famoso sermón de Adviento Fray Montesinos, también contemporáneo  a la conquista.

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