07 Agosto 2009
MANUEL VILLARRUBIA NORRI. El actor y director, durante una de las escenas de la divertida puesta. LA GACETA / ARCHIVO
Con un elenco distinto, y un nuevo texto, se repondrá el domingo a las 21 la obra "Cinco minutos la vida", en El árbol de Galeano, en Rivadavia 435.
En esta nueva puesta, las interpretaciones estarán a cargo de Diego Ledezma, Gonzalo Véliz y Manuel Villarrubia Norri, con la dirección del mismo Villarrubia Norri.
"Cinco minutos la vida" es una sátira a los melodramas. "Un género que sobredimensiona lo doméstico y pone una lupa sobre los sentimientos", según explica el director.
Con ritmo propio
"En la superficie la obra satiriza a los teleteatros (melodrama llevado a la televisión como por ejemplo los de Nené Cascallar y Alberto Migré). Propone un ritmo propio: en los tiempos de las escenas y los parlamentos, por momentos es una suerte de naturalismo o arritmia que provoca al público", sostiene Villarrubia Norri.
Luego, contó: "la música tiene un rol protagónico ya que marca los climas y tonos emocionales que lleva al espectador a antiguas épocas. El vestuario y el dispositivo escénico pertenecen a la década de los años 70. Resulta ser una foto cínica de una vieja Argentina en tono de comedia. Desde la actuación, condensa transformismo y declamación", describió. La entrada es de $20.
En esta nueva puesta, las interpretaciones estarán a cargo de Diego Ledezma, Gonzalo Véliz y Manuel Villarrubia Norri, con la dirección del mismo Villarrubia Norri.
"Cinco minutos la vida" es una sátira a los melodramas. "Un género que sobredimensiona lo doméstico y pone una lupa sobre los sentimientos", según explica el director.
Con ritmo propio
"En la superficie la obra satiriza a los teleteatros (melodrama llevado a la televisión como por ejemplo los de Nené Cascallar y Alberto Migré). Propone un ritmo propio: en los tiempos de las escenas y los parlamentos, por momentos es una suerte de naturalismo o arritmia que provoca al público", sostiene Villarrubia Norri.
Luego, contó: "la música tiene un rol protagónico ya que marca los climas y tonos emocionales que lleva al espectador a antiguas épocas. El vestuario y el dispositivo escénico pertenecen a la década de los años 70. Resulta ser una foto cínica de una vieja Argentina en tono de comedia. Desde la actuación, condensa transformismo y declamación", describió. La entrada es de $20.
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