Asado y truco para aflojar tensiones

Asado y truco para aflojar tensiones

El cuerpo técnico, los médicos y los utileros del plantel comparten semanalmente un almuerzo.

02 Junio 2009
Nació el año pasado y quedó registrado como un ritual. Los utileros, el cuerpo técnico y el médico comparten una vez a la semana un asado; a veces en lo que era la cancha de bochas del Monumental, otras en Sionista. Es el remedio que encontraron para sacarse la presión previa a los partidos.
La idea surgió del utilero Néstor Usandivares, días después de que Atlético fue derrotado por la CAI. Se prendieron en el acto Héctor Rivoira, Sergio Ramos, Ricardo Somma, Salvador Mónaco, Ricardo Salomón, Avelino Neffa, Ramón Brizuela, Moisés Herrera, Daniel Mancinelli, Cacho Cortez, César Fuentes, Marcelo Albrecht y la mascota, Franco Doña.
Los miércoles son los días elegidos para la reunión, siempre y cuando no surja algún contratiempo. Mónaco es el asador oficial y todos se turnan para comprar la mercadería. A veces lo paga uno solo y, en otras ocasiones, entre dos o más comensales. Salchichas criollas, chorizos, vacío, costillas es lo que más se come. A veces, en la parrilla, agregan pollo (adobado por Alejandra, la esposa del técnico del equipo de la Liga), chivito y chancho.
La materia pendiente es degustar un dorado que, hasta el momento, el "Chulo" no pudo comprar  porque no consigue (mensaje para un pescador "decano" solidario). En la mesa siempre hay gaseosas, pero no falta un buen vino tinto para tomar un vaso, como recomiendan los médicos.
Los jugadores son los que padecen con este ritual. Cuando salen del vestuario quedan "hipnotizados" con el aroma, pero como tienen vedada la participación, pasan de largo. Muchos ni se animan a mirar la parrilla para no cometer un hurto. Los más audaces, de manera muy sigilosa y ocultándose, prueban un bocado y salen corriendo para no ser sorprendidos.
"La verdad es que la pasamos muy bien porque se formó un grupo muy lindo. Lamentablemente todavía no podemos comer ese pescado. Lo mejor que tienen estas reuniones es que no hablamos de fútbol, sino de la vida, de la familia y de las cosas que nos pasan", reveló "Coco" Ramos.
Rivoira no se quedó atrás a la hora de explicar la importancia de estos encuentros. "Esto ayuda muchísimo a que el grupo se mantenga unido. Lo más importante es que se está forjando una gran amistad entre los que nos sentamos a comer. Esas son cosas que quedan grabadas para siempre", reconoció.
Después del almuerzo, como no podía ser de otra manera, aparecen las cartas para iniciar la ronda de truco. La mayoría se prende para jugar o, simplemente, observar, como es el caso del "profe" Somma. "No juego porque no soy mentiroso", bromeó el preparador físico generando carcajadas entre sus compañeros, y reflejando así el excelente clima que se vive en esos encuentros.

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