Unas 500 mujeres desaparecieron en el país en lo que va del año

Unas 500 mujeres desaparecieron en el país en lo que va del año

Punto de vista. Por Fernanda Gil Lozano - Diputada Nacional (CC).

26 Abril 2009

En el análisis sobre el alcance y el desarrollo de la trata de personas en nuestro país, es conveniente señalar que la Argentina comparte varias de las aristas que este delito ha adquirido en América Latina. Esta región presenta un panorama económico, social y cultural complejo. Diversos países pueden ser tanto posibles destinos como espacios de captación u origen de personas. La búsqueda de personas para ser incorporadas a la red de trata tiene un denominador común: el país de origen es más pobre que el país de destino.
La situación de precariedad económica en que se encuentra América Latina es la principal causa de este flagelo. El problema se ve agravado por el abandono de los niños, niñas y adolescentes por parte de los Estados nacionales que carecen de políticas al respecto. Latinoamérica se ha vuelto proveedora de Europa y Estados Unidos en lo que respecta al tráfico y la trata de personas.
Según un informe de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas, durante 2007 más de 5 millones de mujeres y niñas fueron víctimas de trata de personas en América Latina y el Caribe. Más de 500.000 de todos esos casos tuvieron lugar en México.
Argentina no está al margen de esta situación. Este delito ha crecido de manera sostenida durante los últimos cinco años. Es un país de origen, tránsito y destino de hombres, mujeres y niños víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual comercial y trabajo forzado. La mayor parte de los casos se desarrollan dentro del país, tanto en las zonas rurales como en las urbanas, con fines de prostitución.
Se sabe que las mujeres y niñas argentinas son trasladadas a países limítrofes, a México y a Europa (fundamentalmente a España) con fines de explotación sexual. Como país de destino, las mujeres y niños extranjeros, principalmente provenientes de Paraguay, de Brasil y de República Dominicana, son trasladados hacia aquí con propósitos de explotación sexual comercial. Argentina también es un lugar de tránsito para las mujeres y niñas extranjeras trasladadas hacia Chile, Brasil, México, España y Europa Occidental para explotación sexual comercial.
Un extenso informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), titulado "Estudio exploratorio sobre Trata de Personas con fines de explotación sexual en Argentina, Chile y Uruguay", se desarrolló entre marzo y diciembre de 2006. Se observaron prácticas que van desde "la tolerancia omisiva hasta la activa protección de los tratantes por parte de miembros de las fuerzas de seguridad".
El análisis de las causas judiciales revela que fiscales y jueces "carecen de conocimientos básicos para el abordaje de estas formas de delincuencia". Otro déficit de la resolución de los casos radica en que en las pocas condenas que existen, tras extendidas investigaciones, "la comprobación de los hechos se agota en la identificación del regente o dueño del prostíbulo en el mejor de los casos".
En síntesis: las causas del crecimiento de la trata en la Argentina deben buscarse tanto en el padecimiento económico y social de miles de personas que son obligadas a vivir en situaciones de pobreza y extrema pobreza, como en la connivencia policial y política y la escasez de acciones orientadas a investigar y perseguir este delito.
La omisión del Estado o la complicidad de los funcionarios públicos impiden saber certeramente, a su vez, cuántas personas son víctimas de la trata en la Argentina. Se supone, a partir de denuncias periodísticas y de los datos registrados por las ONGs que trabajan sobre esta problemática, que alrededor de 500 mujeres han desaparecido en lo que va del año en nuestro país.

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