Abrir canales para los ciudadanos fortalece la confianza en el Estado

El desapego de la ciudadanía frente a los asuntos públicos transita hoy un proceso donde los reclamos hacia los representantes institucionales no se hacen esperar. En especial cuando versan sobre el compromiso, la responsabilidad y la transparencia en sus funciones.
La participación y el involucramiento de la ciudadanía son esenciales para el fortalecimiento de la democracia. La publicidad de las decisiones y de los actos de Gobierno son herramientas fundamentales para reconstruir el vínculo entre los representantes y la ciudadanía.
Brindar información completa, veraz, adecuada y oportuna es uno de los principales puntos de partida para promover una cultura basada en la participación, la transparencia y la rendición de cuentas.

Instancia crucial
Las contrataciones públicas son una de las instancias en que tanto los ciudadanos como los posibles prestadores están involucrados. Las obras y los servicios por contratar deberían representar verdaderas soluciones para la vida cotidiana de la población. En este sentido, los ciudadanos han de estar implicados en este proceso.
Abrir los canales para facilitar el acceso a estos asuntos públicos, en lugar de restringirlos, fortalece la confianza y los lazos entre el Estado y la sociedad civil. Asimismo, contribuye a mejorar las prácticas existentes.
Debemos asegurar la integridad y la eficiencia de la administración pública, y demandar la rendición de cuentas y la credibilidad de los resultados, tarea que será posible solamente si exigimos y si sostenemos la importancia del libre acceso a la información.
El principio de transparencia juega un rol trascendente en las contrataciones públicas. La participación ciudadana debe velar por sus intereses, teniendo el derecho y la responsabilidad de exigir a los funcionarios públicos una gestión transparente.
No obstante, es imperativo que el Gobierno asuma la responsabilidad que se le demanda, y se comprometa a dar el adecuado conocimiento de sus actos, particularmente en una provincia donde la obra pública ocupa un lugar privilegiado en la agenda política.
Es necesario que los mecanismos y las instancias a implementarse, involucren a cada uno de los sectores de la sociedad, ya que en el proceso de las obras públicas se pone en juego las necesidades y los recursos de los que dispone la comunidad para su desarrollo y para la búsqueda de su bienestar.