La percepción del ritmo es el primer contacto con el entorno

La percepción del ritmo es el primer contacto con el entorno

Para percibir las imágenes es necesario un esfuerzo mayor, analiza el psicólogo Marcos Soria. Los psicóticos.

“DESPERTARES”. De Niro, como un enfermo que reacciona ante la música. ARCHIVO LA GACETA “DESPERTARES”. De Niro, como un enfermo que reacciona ante la música. ARCHIVO LA GACETA
29 Marzo 2009

A diferencia de otras expresiones artísticas, como la pintura o la literatura, la música tiene un efecto inmediato en el cuerpo y, antes de empezar a interpretar qué es lo que quiso decir el músico con su obra, los sonidos ya produjeron sensaciones a nivel físico.
Es que la percepción del ritmo, según explica Marcos Soria, es uno de los primeros contactos que las personas tienen con su entorno y desde que la persona está en el útero materno percibe sonidos. “Creo en la hipótesis de la existencia del psiquismo en la vida intrauterina; durante nuestro período de gestación ya percibimos algunos sonidos como el latido del corazón. De alguna manera traemos el ritmo incorporado. En cambio, para percibir imágenes es necesario un esfuerzo mayor, nos agarra más descuidados, por así decirlo”, sostiene Soria, que es psicólogo y músico.
Tras graduarse, Soria pudo comprobar con hechos el poder de influencia de la música en la psicología humana. Su experiencia recuerda un poco a la película “Despertares”, en la que Leonard Lowe (Robert de Niro), es un enfermo catatónico, que no responde a ningún estímulo pero sí reacciona ante la música. “Yo estaba en una etapa exploratoria de mi profesión y tuve una experiencia con chicos psicóticos. Son personas que están muy limitadas para comunicarse, entonces las palabras no sirven de nada. Son patologías que ocasionan en el paciente un gran desorden interno, por lo que necesitan un ordenador, y la música cumple esta función. Ellos tienen un ritmo interno que es su modo de relacionarse con el paso del tiempo; por eso es que a veces vemos ese balanceo constante en las personas autistas, por ejemplo; entonces lo que hacía era seguir esa cadencia con una percusión para poder establecer la comunicación”, relató el guitarrista.

Notas altas y bajas
Acerca de si existe una relación directa entre un tipo de música y el estado anímico que provoca, Soria afirma que no es una voz autorizada para decirlo, pero confiesa que sí cree que existan ciertas generalidades.
“Las notas altas provocan una sensación de optimismo y las bajas, lo contrario; en los géneros musicales hay también una identificación con estados de ánimo. Si bien es cierto que en cada persona la reacción es distinta, creo que hay ciertos parámetros comunes. Las personas somos más semejantes de lo que pensamos”, explicó.

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