Ni infalible ni indestructible

Ni infalible ni indestructible

Análisis. Pof Hugo E. Grimaldi - columnista DYN.

10 Marzo 2009

La infalibilidad del Papa es un acto de fe y la indestructibilidad de Superman, cosa de las historietas. Aunque en tiempos de gloria se lo crean, los políticos, aun los más experimentados y pícaros, no gozan de esas cualidades y son vulnerables y falibles, porque están sujetos a las mudanzas de humores más terrenales y no tan imaginativos. Pero cuando patinan en sus estrategias caen en la consideración de sus pares, crisis que le suceden en el ciclo descendente de su estrella. Néstor Kirchner acaba de dar un ejemplo de desorden en la evaluación de escenarios en la elección en Catamarca, cuando cayó en una trampa de principiantes y dejó que Luis Barrionuevo y Ramón Saadi lo subieran a escenarios y terminaran haciéndole una zancadilla. En Catamarca fue Kirchner solo quien metió la cabeza en la boca del león, impulsado por los reflejos de un político acostumbrado a ganar elecciones, sin reparar en los medios, para terminar con el síndrome Julio Cobos que parece que lo obnubila. Se juntó con el tándem Saadi-Barrionuevo, nacionalizó una elección distrital, movió el aparato del PJ y del Gobierno y puso logística y recursos, pero no la pulseada y no pudo impedir que esas acciones lo dejaran expuesto como el gran perdedor.
“En política, el que se calienta, pierde” es una premisa que el Kirchner en ascenso tenía grabada a fuego y que le hizo ganar elecciones. Pero ahora se le ha oscurecido, taponada por su temperamento o quizás porque ya no hay quien deje de percibir, que la falta de caja le está haciendo al ex presidente el efecto de la kryptonita. (DyN)

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