27 Febrero 2009
Esta vez no pudo ser. Atlético intentó de todas las maneras pero no sumó de a tres; sólo rescató un punto en la noche del Monumental.
Héctor Rivoira, salvo los cambios de Andrés Bressán por Diego Reynoso y de Juan Pablo Pereyra por Josemir Lujambio, mandó a la cancha al mismo equipo que había protagonizado la racha de ocho fechas sin conocer el sabor de una derrota. ¿Qué pasó? Fallaron las individualidades. No aparecieron los jugadores que, en otros partidos, cambiaron el rumbo de la historia.
A saber: Nicolás Dematei descuidó demasiado la franja izquierda y Juan Manuel Azconzábal se las vio en figurillas para frenar los ataques de los rafaelinos. En la mitad de la cancha, como es costumbre, Martín Granero fue un león en la marca. Damián Musto fue su compañero en la presión y, hasta que le dieron las piernas, el hombre de creación, ya que Claudio Sarría desapareció después de haber malogrado el penal. César Montiglio, otro de los desequilibrantes, tampoco estuvo en una buena noche.
Y lo más duro, sin lugar a dudas, estuvo en la delantera. Luis Rodríguez jugó un gran primer tiempo, pero esta vez el "Pulguita" no se amigó con la red. Juan Pablo Pereyra, en una noche para el olvido, desperdició la chance de quedarse con la 9 titular.
Rivoira mandó a la cancha a Leopoldo Gutiérrez con el fin de conseguir mayor peso ofensivo y a Matías García para que se hiciera cargo de la creación. Pero ninguno de los dos cumplió. Por último, Diego Reynoso ingresó por el lesionado Azconzábal. En fin, hubo poco para destacar.
Discreto arranque
Atlético por ahora sigue en zona de Promoción. De los últimos nueve puntos que disputó, el equipo de Héctor Rivoira (foto) sumó cuatro. Deberá levantar la puntería para mantenerse prendido en la lucha por uno de los ascensos.
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