El descifrador de claves

El descifrador de claves

Una curiosa aptitud del tucumano Monteagudo. Por Carlos Paez de la Torre (h)

BERNARDO DE MONTEAGUDO. Estatua del famoso tribuno en el Parque Patricios de Buenos Aires, obra del escultor Gustavo Eberlein. ARCHIVO LA GACETA BERNARDO DE MONTEAGUDO. Estatua del famoso tribuno en el Parque Patricios de Buenos Aires, obra del escultor Gustavo Eberlein. ARCHIVO LA GACETA
16 Febrero 2009

Es conocido que el célebre revolucionario tucumano Bernardo de Monteagudo (1789-1825) fue estrecho colaborador primero de José de San Martín y luego de Simón Bolívar, en la campaña libertadora americana.
Es interesante subrayar una faceta de Monteagudo: su aptitud para descifrar las claves que se utilizaban entonces en la correspondencia militar y política, ante la eventualidad de que cayera en manos enemigas.
A esto se refiere el coronel F. Burdett O’Connor, oficial de Bolívar, quien marchó desde Huancayo en compañía de Monteagudo, con las tropas del general Lara.
Un día bajaban una cuesta rumbo al sitio donde acamparían, y Monteagudo se mostraba reconcentrado y silencioso.
De pronto, narra Burdett O’Connor, "se dio una palmada en la frente, exclamando: ’Ya la he hallado’. ’¿Qué ha hallado usted?’, le pregunté. ’La cifra’, me respondió".
El tucumano le contó que en el valle de Jauja se había interceptado una carta cifrada del general Canterac.
"Es la cifra más difícil que he encontrado en mi vida, pero ya la tengo toda aclarada. Cuando lleguemos al pueblo, yo se la dictaré a usted y me la pondrá en limpio", dijo Monteagudo.
Rato después, ya acampados -sigue el relato- "volví a su lado, saqué papel de mi alforja y me puse a escribir lo que él me dictaba con la mayor claridad y sin detenerse en una sola palabra".
En la misiva, enviada al general Rodil, a El Callao, abundaba Canterac en detalles sabrosos para explicar su reciente derrota sufrida en Junín, el 6 de agosto de 1824.
La versión de Burnett O’Connor está reproducida en un trabajo de Máximo Soto Hall, de 1932, "Monteagudo, colaborador de Bolívar".
Comenta este historiador que "como se ve, era el político argentino hombre de mucha habilidad en lo tocante al descifrado de claves, don raro y valioso, verdaderamente inapreciable en tiempos de guerra. Sólo esto ya hubiera sido un motivo para gozar de la consideración y prestigio de que gozaba; pero a esta prenda unía otras muchas".
En efecto, en la versión descifrada de la misiva, se advertía "su preparación, si no técnica, hija de una gran observación y perspicacia en lo que se refiere a los problemas militares".

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