Un museo londinense exhibe un Obama de cera

Un museo londinense exhibe un Obama de cera

El Omni Shoreham Hotel ofrece al ciudadano común la posibilidad de sentirse un mandatario, "sólo" por poco más de U$S 400.000. Una habitación simple puede pagarse entre U$S 1.000 y U$S 25.000. Aprueban una ley contra la venta ilegal de entradas.

“TAS IGUAL”. El Obama de cera del museo Madame Tussauds ocupa una réplica del salón Oval de la Casa Blanca. AFP “TAS IGUAL”. El Obama de cera del museo Madame Tussauds ocupa una réplica del salón Oval de la Casa Blanca. AFP
16 Enero 2009

Las medidas político-económicas que ejecutará el futuro presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no son lo único que atrae los ojos del mundo. En torno de su inminente asunción -el martes- giran diversas actividades que poco y nada tienen que ver con la crisis económica internacional, con la guerra en la Franja de Gaza, con la decisión de retirar las tropas de Irak, ni con las relaciones con Cuba o con Irán.
En Londres, por ejemplo, se acaba de inaugurar una estatua de cera que es réplica casi exacta del demócrata. La obra fue presentada en el museo de cera Madame Tussauds. La estatua se encuentra de pie, sonriente y relajada, en una imitación del Salón Oval de la Casa Blanca. El martes, el museo ofrecerá la entrada gratuita a ciudadanos estadounidenses. La cantidad de visitantes que desfilaron frente a la estatua ayer hace suponer que será una de las más fotografiadas por el público.

Cuesta caro
La ceremonia de asunción de mando, según afirmaron voceros de la organización, no tiene precedentes en los anales de este tipo de acontecimientos. Desde hace semanas, Washington DC se convirtió en una ciudad militarizada. Bajo su traje Obama llevará un chaleco antibalas y llegará al lugar de jura en una flamante limosina Cadillac, blindada y con vidrios a prueba de proyectiles. Aviones militares custodiarán desde las alturas y más de 10.000 agentes con armas automáticas serán parte de un cerrojo de seguridad que promete ser inviolable. Fuentes cercanas a los servicios especiales explicaron que el operativo no sorprende, si se tiene en cuenta que se esperan alrededor de cuatro millones de personas en un espacio que antes, como máximo, albergó a la cuarta parte de eso.
Ser uno de estos espectadores podría poner en rojo las cuentas. Según el sitio web de la cadena BBC (BBCMundo.com), hospedarse en un hotel de la zona o participar de algunas de las fiestas de gala cuesta precios siderales. Por U$S 440.000, por ejemplo, el ciudadano común puede sentirse todo un presidente. Por este costo se vende el paquete "comandante en jefe", que ofrece el histórico Omni Shoreham Hotel. Incluye transporte en jet privado, asistente y chofer las 24 horas, un concierto inaugural, joyas, una sesión en un salón de belleza de lujo y un fotógrafo para que capte los momentos memorables de la estadía.
El broche de oro es un viaje en primera clase a San Petersburgo, Rusia, un lugar que siempre figura en la agenda de política exterior de un mandatario de EEUU.
Pero si uno busca una opción más propia de un bajo perfil, puede optar por hoteles que no ofrecen paquetes especiales. Estos hospedajes cobran la noche entre U$S 1.000 y U$S 25.000. Pero posiblemente no encuentre piezas, puesto que muchas se agotaron en menos de 24 horas de finalizados los comicios que consagraron a Obama, el 4 de noviembre.
Una opción un poco más económica es rentar un cuarto en una casa de familia. Más de un residente de Washington alquila su apartamento, cuarto, y hasta su sofá, por precios que van desde los U$S 200 la noche. Según BBCMundo.com, hasta el ex candidato republicano Fred Thompson ofrece su departamento por U$S 30.000 los cinco días. Eso sí, incluye estacionamiento.

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Contra la reventa
Como no son pequeños estos gastos, es bienvenida la ley que acaba de aprobar el Senado de EEUU. La norma prohíbe la reventa de entradas para la investidura de Obama. "Es uno de los rituales más importantes de nuestra democracia. La posibilidad de ser testigo no debe ser comprada o vendida", dijo la senadora demócrata Dianne Feinstein, que copreside el comité de organización de las ceremonias de investidura. Feinstein pidió a la Cámara de Representantes que vote la ley, para que quede firme. Si la ley se adopta, quienes vendan, intenten vender o falsifiquen entradas recibirán una condena de un año de prisión y U$S 100.000 de multa. (DPA-AFP-NA-Especial)

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