"Es necesario incluir al adicto en el sistema"

"Es necesario incluir al adicto en el sistema"

La toxicóloga tucumana es la número dos de la Sedronar. Sostiene que es alarmante el creciente consumo de drogas y advierte que urge trabajar sobre la vulnerabilidad de la sociedad. Casos críticos.

11 Enero 2009

Sus mejores recuerdos están en Tucumán, donde vivió una tierna niñez. El calor de la gente y los paisajes vuelven siempre a su memoria. Y se siente orgullosa. Porteña por adopción pero tucumana de nacimiento, la doctora Norma Elena Vallejo nunca olvida su tierra natal. Es por eso que en los últimos días se conmovió ante las noticias sobre el alto consumo de "paco" entre los adolescentes de los barrios marginales de la provincia. "Las adicciones muestran un crecimiento sostenido. Urge trabajar con las poblaciones más vulnerables", apunta la ex profesora de Toxicología de la Universidad de Buenos Aires y subsecretaria de Planificación, Prevención y Asistencia de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar).
Sensibilizar a la población, no discriminar al adicto, trabajar con líderes juveniles y con las madres y capacitar equipos de salud para los barrios problemáticos son las claves a las que apuesta esta catedrática nombrada en 2005 número dos de la Sedronar directamente por el entonces presidente Néstor Kirchner.

- ¿Cómo se vinculó al mundo de las adicciones?
- Fue en el hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, donde trabajé 22 años. Al principio no existía la especialidad Toxicología y, ante el caso de un niño intoxicado con arsénico hubo una iniciativa de armar un grupo de trabajo. En ese entonces no había adicciones, salvo casos de niños inhaladores. En 1984 pasé al hospital Fernández como jefa para organizar un servicio de toxicología destinado a la adolescencia tardía y a la edad adulta, ya que allí era donde más se recibía a pacientes por intento de suicidio y consumo de sustancias. Para mí fue un cambio tremendo. El primer día que llegué me encontré con un grupo de pacientes que había consumido drogas, psicofármacos, y estaban en un correccional de menores.

Publicidad

- ¿Usted fue testigo de todo el proceso del incremento del consumo de drogas?
- Sí, y al principio no existían servicios de toxicología. El aumento del consumo, desde entonces, fue sostenido y progresivo.

- ¿Qué es lo que más le impresiona de este crecimiento?
- La problemática del uso indebido de drogas es un fenómeno social. En Argentina, por ejemplo, el consumo tiene características propias: no tenemos alto abuso de heroína como lo hay en Europa, pero sí de inhalantes y de "paco". Además, el posicionamiento que alcanzó la cocaína en las últimas dos décadas fue impresionante. En el 85 ocupaba el 60 lugar entre las drogas más consumidas y ahora está entre las primeras. En el 87, cuando la marihuana aparecía en un lugar importante en las consultas, el narcotráfico suspendió provisoriamente la venta y empezó a ofrecer la cocaína. Esto nos demuestra que el abuso de drogas cambia de acuerdo a la moda y a la accesibilidad.

Publicidad

- ¿Cuál es el principal blanco que hay que atacar para prevenir las adicciones?
- Hay que trabajar sobre la vulnerabilidad de la sociedad. Porque las drogas pueden ir cambiando, pero el ser humano debe estar preparado para enfrenar los riesgos que se presentan. Hay que trabajar mucho sobre la población; en nuestro país se consumen muchas asociaciones de droga y el alcohol. Esta última sustancia es dominante y crece a grandes pasos entre los jóvenes.

- ¿Qué cosas cambiaron en la sociedad para que aumentara la predisposición al consumo?
- Hay más permisividad por parte de los padres, falta de control de los jóvenes, insuficiente contención y una alta presión de los grupos de pares. Muchas veces cuando uno está frente a un adolescente que hizo un episodio agudo severo, porque también hay que tener en cuenta que el alcohol puede ocasionar la muerte, nos encontramos que, cuando se convoca a los padres para hablar sobre el tema, estos generalmente se sorprenden. No se trata de un señalamiento a la familia porque los factores del consumo son múltiples, pero la familia es un eje muy importante.

- Entonces, ¿cuál es el papel que deben asumir los padres en la prevención?
- Deben aprender a ponerles límites a sus hijos, lo que en la actual sociedad se ve poco. Los chicos antes de concurrir al boliche arman una "previa": la hacen en sus propias casas y delante de la mirada de sus padres. Quizás no se dan cuenta del riesgo que conlleva el consumir el alcohol en cantidades incontrolables; el límite lo pone la pérdida de conocimiento y otros síntomas muy peligrosos. Aclaro que el consumo de alcohol tiene un alto riesgo y que el que lo consume seguramente va a terminar consumiendo otras drogas. El alcohol es una puerta de entrada al consumo de otras drogas, al igual que el tabaco y la marihuana. Notamos una escasa alarma social y esta tolerancia es muy peligrosa.

- ¿Por qué el "paco" pega tan fuerte entre las comunidades más vulnerables?
- El consumo del desecho de la cocaína mostró un alarmante crecimiento porque se comercializa a un precio muy bajo. Además, genera una adicción psíquica y física muy fuerte. El mayor uso indebido de esta droga aparece en los barrios marginales porque se la elabora y se la comercializa allí. Pega fuerte en una comunidad con adolescentes que abandonaron la escuela y no tienen en qué ocupar su tiempo libre. Es una droga muy asociada a la pobreza y al delito.

- ¿Cómo se podría actuar en estas comunidades?
- Con un trabajo interdisciplinario. Hay que capacitar al equipo de salud que actúa en el centro asistencial de la zona. Como hay pocos toxicólogos, el médico clínico debe estar preparado para el manejo de las urgencias toxicológicas de todas las drogas de abuso. Ya capacitamos en varias provincias. Tucumán está en puerta, cuando quieran me avisan y vamos. También es bueno armar un equipo especializado en la problemática. Por ejemplo, nosotros llevamos a cabo esto en el hospital de "Ciudad Oculta" (una gigantesca villa de emergencia de Capital Federal, donde se registra un altísimo consumo de "paco") y fue muy positivo.

- ¿En qué se diferencia el "paco" de otras sustancias?
- El "paco" se fuma al igual que la pasta base; la cocaína no, porque se destruye con el calor. Lo que lo diferencia es la alta peligrosidad que tiene porque el desecho de la cocaína se absorbe por los pulmones y pasa rápido al cerebro. Con una sola vez que se fume provoca una fuerte angustia y aunque su efecto dura muy poco deja una huella: provoca una necesidad imperiosa de volver a consumir para sentir el placer y la euforia. Los pacientes que llegan a la secretaría están muy mal, consumen hasta 100 dosis diarias de esta droga.

- ¿Existe una mayor urgencia en recuperar a los adictos al desecho de la cocaína?
- Sí. En casi todos los casos, no sirve un tratamiento ambulatorio. Los adictos al "paco" requieren una internación porque necesitan alejarse del entorno social. Urge tratarlos porque las consecuencias de la sustancia en el cuerpo son graves y corren riesgos de morirse.

- ¿Cómo afecta al fenómeno del consumo el hecho de negar durante mucho tiempo la existencia de una sustancia, como ocurrió en Tucumán con el "paco"?
- No conozco de cerca el caso de Tucumán. Pero en el ámbito de la prevención en general conviene tener un diagnóstico de situación correcto y temprano para tomar medidas adecuadas de prevención y asistencia.

- ¿Cuál es la importancia de la participación de las madres de adictos en la prevención y asistencia?
- Es fundamental. En la Sedronar, desde 2004, empezamos a convocarlas para tratar en forma directa y coordinar reuniones con ellas.

- ¿Está de acuerdo con la despenalización de la tenencia de drogas para consumo?
- Primero quiero aclarar que la Ley 23.737 penaliza la tenencia de droga, no el consumo en sí. Ninguno de los que trabajamos en la Sedronar estamos de acuerdo con la idea de ver al adicto como un criminal. Pero también estamos convencidos de que tiene que haber un resorte legal desde el punto de vista jurídico para que el adicto reciba un tratamiento. Generalmente, el que consume no quiere tratarse. A la Secretaría llegan muy pocos pacientes por orden judicial.

- El año pasado, una encuesta de la Sedronar concluyó que es grave el problema de la drogas ilegales, mientras que otra del Ministerio de Justicia advirtió que eran más preocupantes otras adicciones como el alcoholismo. ¿Qué opina?
- No quiero entrar en controversia con el Ministerio porque ya hubo mucha polémica. Lo que conozco son las encuestas de la Sedronar, que tienen avales internacionales con metodologías de aplicación en diferentes países y están bien hechas.

- ¿Cómo se podría diseñar una buena prevención?
- Capacitando a un equipo para un abordaje integral de la problemática. Esto requiere el aporte de médicos clínicos, psiquiatras, asistentes sociales y sociólogos, entre otros. También hay que emplear líderes porque pueden trabajar de par a par, concientizar a la población y, sobre todo, a los padres e incluir en el sistema a los adictos.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios