La producción jurídica fue muy prolífica en Tucumán

El año que está próximo a terminar ha sido sumamente prolífico en lo que se refiere a la producción de obras jurídicas por parte de autores tucumanos.
La cereza del postre, para utilizar un lugar común, es la reciente aparición del Código Procesal Civil y Comercial de Tucumán, comentado, concordado y anotado con jurisprudencia provincial, que promete ser la novedad editorial del año y de la primera parte del próximo; esto, teniendo en cuenta que su irrupción coincide con la proximidad del inicio de la feria judicial de enero.
Se trata del primero de los dos volúmenes que se han propuesto redactar docentes de la cátedra de Derecho Procesal Civil de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), bajo la dirección de Marcelo Bourguignon y de Juan Carlos Peral.
El que acaba de salir consta de 1.100 páginas y comprende los primeros 400 artículos del digesto; es decir, la parte general y el trámite del proceso ordinario de conocimiento. En la obra trabajaron, además de los directores, que se encargaron de la coordinación, María Claudia Albornoz, Horacio Castellanos, Juana Hael, Luis Ramón Madozzo, Estela Martínez de Zerdán, Silvia Parajón, Cecilia Leonor Ponso, Juana Prieto de Sólimo, Claudia Sbdar (vocal de la Corte Suprema de Justicia) y Ricardo Soria.
Aunque la tarea de comentar el Código Procesal Penal de la provincia fue concretada años atrás, no había sucedido lo mismo con el digesto procesal civil, cuya importancia radica en que sus disposiciones pueden ser aplicadas supletoriamente, por ejemplo, a los procesos regulados por el Código Procesal Constitucional. Bourguignon explicó cuál fue la metodología aplicada para comentar los 400 artículos. "Se observaron las siguientes pautas: comentario de la norma procesal local, su concordancia con el ordenamiento nacional (además de con las otras normas del propio digesto provincial) y selección de casos que contienen la interpretación jurisprudencial emanada de los tribunales provinciales. Esto, en el convencimiento de que la interpretación de la ley procesal tiene por finalidad hallar, en cada caso, la solución que mejor satisfaga las exigencias del proceso como institución de Derecho Público", aseveró a LA GACETA.

Otros trabajos
Además, el abogado Edgardo López Herrera escribió Los daños punitivos (Abeledo-Perrot) una de las primeras publicaciones en lengua castellana sobre un instituto propio del common law, recientemente incorporado por el Derecho argentino.
María del Pilar Amenábar, relatora de la Corte Suprema de Justicia, publicó Responsabilidad extracontractual de la administración pública (Rubinzal-Culzoni), obra que fue presentada por el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, en octubre, durante su última visita a Tucumán.
Articulación de las competencias ambientales en la Nación y en las Provincias del NOA se llama el trabajo que coordinaron el camarista laboral Raúl Díaz Ricci y Ana de la Vega de Díaz Ricci.
El constitucionalista Oscar Flores escribió el capítulo titulado "Inmunidad de expresión" en el libro El Poder Legislativo: Aportes para el conocimiento del Congreso de la Nación Argentina, cuyo compilador es Jorge Gentile.
De autoría del camarista Carlos San Juan son Taxistas y Guía de Bibliografía de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.
Rafael Malaspina publicó sus Estudios de Derecho Sucesorio y Manuel A. Wagner, La partición hereditaria. Luis Francisco Cerda escribió Protección jurídica del usuario de servicios de medicina prepaga, mientras que Jorge José Torres (director del Idela de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT), El concepto ?integración latinoamericana?.
La psicóloga Marta Gerez Ambertin compiló Culpa, responsabilidad y castigo en el discurso jurídico y psicoanalítico, cuya publicación fue aconsejada -entre otros- por Pedro David, abogado tucumano que integra la Cámara Nacional de Casación Penal.