El dueño del perro que mordió a un niño deberá ir al psicólogo

El dueño del perro que mordió a un niño deberá ir al psicólogo

La Municipalidad le dio al vecino un plazo de 48 horas para que se someta a un test. Video.

QUE PASO. A la izquierda, el perro agresor. A la derecha, un niño muestra cómo el pequeño herido se cayó y metió la manito debajo del portón. LA GACETA / JOSE NUNO QUE PASO. A la izquierda, el perro agresor. A la derecha, un niño muestra cómo el pequeño herido se cayó y metió la manito debajo del portón. LA GACETA / JOSE NUNO
16 Diciembre 2008

El pequeño Esteban Albarracín, de un año y siete meses, está fuera de peligro y hoy lo operarán en el hospital de Niños para unirle los tendones de la mano izquierda. El perro que lo mordió -un enorme animal, cruza de ovejero alemán con pitbull- fue trasladado al Instituto Antirrábico, para su estudio. El director del organismo, el veterinario Jorge Sterpino, anticipó que el can no presenta síntomas clínicos de rabia, pero dijo que todavía faltan los análisis específicos, que estarán listos dentro de 10 días.
Mientras tanto, la Municipalidad conminó al dueño de la mascota a realizarse un test psicológico, en 48 horas, a colocarle las vacunas al animal y a poner un cartel en su casa que advierta sobre la peligrosidad del can.
"Tengo tres perras y ninguna sale a la calle. Es más, tengo una hija de dos años, y jamás le hicieron nada. No sé cómo este chiquito pudo haber metido la mano debajo del portón. Porque del otro lado está el contrapiso del garaje. El debe haber metido la mano; el perro se la agarró y en el tironeo se cortó con el filo de la chapa", conjeturó Maximiliano Salcedo, hermano del dueño del animal. En el patio tienen, además, una pekinés y una perra mestiza blanca que también fue llevada al Instituto Antirrábico.

Se cayó al piso
"Ibamos a buscar a un amigo para jugar, en la otra cuadra de mi casa, cuando Esteban se cayó en el piso y le quedó la mano adentro del galpón", cuenta Matías, de siete años. De inmediato, se tiró al piso para mostrarle a LA GACETA cómo habían sucedido las cosas. Su hermano, Franco, de nueve años, dijo que una vez el perro le había mordido la rueda de la bicicleta.
Salcedo negó que el animal haya sacado el hocico por debajo de la chapa que hace de portón. Sin embargo, esto fue constatado por inspectores de la Subsecretaría de Servicios Públicos de la Municipalidad, encargada de hacer cumplir la ordenanza Nº 4.046 sobre la tenencia de perros de razas peligrosas.
"El certificado de vacunación estaba vencido, por lo que el propietario del perro tiene 24 horas para ponerlo al día; además no había ningún cartel de advertencia", informó el titular de la repartición, Alfredo Toscano.
El funcionario advirtió que si la familia Salcedo no pone en condiciones el lugar, dando así un marco de seguridad al vecindario, los perros serán puestos a disposición del Centro de Reubicación Animal (Cenara) para que sean ubicados en otros hogares.
Cabe recordar que la ordenanza en vigencia exige la inscripción y registro de los animales potencialmente peligrosos, como los de razas pittbull, dogo argentino, rottweiler y doberman. También ordena que sean vacunados contra la rabia. El artículo 6º establece: "Los propietarios o tenedores de perros peligrosos que los tengan en patios o jardines que se comuniquen con la vía pública deberán evitar que estos saquen parte de su cuerpo al exterior (...)". Además prevé que se coloque un cartel en un lugar visible que indique la presencia de un perro peligroso.
Mientras tanto, el pequeño Esteban descansa en la sala de cirugía, al cuidado de su madre. "El perro le cortó algunos tendones a la altura del antebrazo y la muñeca, pero los dedos están bien", explicó el subdirector del Hospital del Niño Jesús, Oscar Hilal. El médico dijo que se hizo limpieza y sutura de las heridas, y que deberá esperar 48 horas hasta que se estabilicen los tejidos. Después de la operación se realizará la recuperación de las funciones.

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