“En el ?Majestic? me sentía como en ?Cinema Paradiso?”

Aunque sus propietarios no anunciaron el cierre definitivo de la sala, desde hace más de un mes, el cine Majestic permanece con sus puertas clausuradas. Ningún póster anuncia a las estrellas del cine y las luces permanecen apagadas. Una de las últimas películas que se vieron fue “Mamma Mia!”, el musical con canciones de Abba protagonizado por Meryl Streep y Pierce Brosnan.
Con esta bajada de persianas se cierra un ciclo para los viejos cines del centro que comenzó el año pasado con el cierre del legendario Candilejas. Estas dos salas siguieron el mismo camino de otras grandes salas como el “Rex”, el “Metro”, el “25 de Mayo” y el “Plaza”, que prefirieron cerrar y sumirse en el letargo de la memoria, antes que dejar de escuchar el taconeo de los espectadores en la sala.
El cierre del Majestic también se difundió en Buenos Aires, ya que la distribuidora del sello Columbia, cuyas películas eran exhibidas en las dos salas de la calle 24 de Septiembre 666, confirmó al cine Atlas que desde ahora podrán hacerse cargo de los estrenos que no se verán en el Candilejas. Así, en Tucumán quedan ahora sólo 17 salas para distribuir los estrenos. Dos de ellas están en el centro (las dos del cine “Atlas” en Monteagudo 250), cuatro están ubicadas en el Cinemacenter del hipermercado Libertad (avenida Roca 3.450); seis corresponden al moderno complejo Sunstar instalado en el shopping Portal Tucumán (Universo y Cariola, Yerba Buena) y cinco integran el complejo Cines del Solar, ubicado en el shopping Solar del Cerro (avenida Aconquija 1.300, Yerba Buena).

Un corrimiento
Como se ve, la tendencia es clara. Las salas de cine han migrado de la ciudad y se instalaron en las márgenes o en Yerba Buena. “Yo no tengo vehículo y llegar hasta Yerba Buena en taxi me cuesta bastante. Si voy al cine con mis hijos tengo que pensar en un gasto bastante considerable. Esto de no tener opciones en el centro me parece lamentable”, señaló Ricardo Godoy, de 35 años.
Los jubilados también padecen esta realidad. “Tenemos como rutina ir al cine dos veces por mes. Pero, como no podemos trasladarnos a los cines nuevos, siempre íbamos al Majestic o al Atlas. Ahora nos queda sólo una sala. Y espero que siga un tiempo más. Sino, nos quedaremos sin recreación”, dijo Isabel Medina de González, de 72 años. Igual opinión tuvo Roque Carrizo, de 71 años. “Es cierto que las salas del centro no tienen las comodidades de los modernos complejos, pero la magia del cine estaba intacta en esos edificios. En el cine Majestic me sentía como en el cine de la película ‘Cinema Paradiso’”, dijo.
La situación podría revertirse si se concreta la instalación de un nuevo complejo de cines en el shopping que se proyecta levantar en el ex mercado de Abasto. Pero, al menos por un buen tiempo, el centro seguirá sólo con el cine Atlas.