El centro tucumano se quedó con un solo cine

El centro tucumano se quedó con un solo cine

La desaparición del Candilejas y del Majestic, trae ventajas y desventajas, pero el negocio está en decadencia, según opinó Roberto Abdenur. No hay más espectadores.

SOBREVIVIENTE. El cine Atlas, ubicado en Monteagudo al 200, recibe ahora las películas que no proyectará el “Majestic”. LA GACETA /  INES QUINTEROS ORIO SOBREVIVIENTE. El cine Atlas, ubicado en Monteagudo al 200, recibe ahora las películas que no proyectará el “Majestic”. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
07 Diciembre 2008

La avalancha de estrenos que llegará este mes, encontrará a Tucumán en una situación muy distinta que hace unos años atrás. Sucede que el mapa de los cine ha cambiado mucho y la distribución de las salas ya no es la misma.
De hecho, el cine Atlas, ubicado en Monteagudo al 200, quedó como la única sala en el centro de la ciudad, al desaparecer el año pasado el Candilejas, y hace un par de meses, el Majestic, una de las salas más antiguas de la provincia.
Pero esa situación tiene sus ventajas y desventajas, según señala su propietario Roberto Abdenur, quien confesó que ve r una sala cerrada le produce un inmenso vacío. "La gente que concurre a nuestras salas, me pide que no cerremos; que somos la última sala del centro y que le sale muy costoso trasladarse hasta los shoppings", agregó.

Beneficios y perjuicios
Respecto de cómo quedó posicionado en el mapa de cines, el dueño del Atlas sostuvo: "me beneficia porque ahora cuento con todo el material de todas las distribuidoras que antes se repartían entre las empresas que estaban trabajando en el centro. Por ejemplo, nosotros teníamos las películas de Fox, el Candilejas trabajaba con los filmes distribuídos por la Warner y el Majestic lo hacía con los de Columbia. Ahora todo está en el Atlas", manifestó.
Claro que esta situación tampoco es la ideal. "Me perjudica porque el negocio del cine va en franca decadencia. La verdad es que el cierre de las salas céntricas me sorprendieron sobre todo cuando bajó las persianas el Candilejas, que fue algo inesperado. No me pasó lo mismo con la sala del Majestic porque tenemos contacto entre los propietarios y eso ya se venía masticando de hace un tiempo, más bien desde la época en que cerró el Candilejas", argumentó.

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Explicaciones
A la hora de encontrar explicaciones a esta crisis, Abdenur señaló que el cierre de las dos salas mencionadas no se produjo por la llegada de los nuevos cines a los nuevos shopppings que se abrieron en Yerba Buena. "Es que las cifras cayeron mucho, y para nosotros, los empresarios independientes, se nos hace cada vez más difícil llegar a sostener los gastos mensuales que el negocio insume. El tener salas abiertas se ha convertido en un hobbie, una cuestión que manda el corazón, porque amamos el séptimo arte y, en mi caso, viene de familia. Yo me crié en una sala de cine y veo películas desde muy pequeño. Pero, para ser sincero, el negocio productivo se terminó hace varios años ya", enfatizó.

El mismo nivel
Según Abdenur, el nivel de gente que asiste a las funciones sigue siendo el mismo; no creció el volumen de espectadores, y son muy esporádicas las películas que hoy tienen éxito en la taquilla. "La crisis está pegando fuerte, a lo que hay que sumar el eterno problema de las cintas truchas, que se consiguen en todos lados y casi al mismo momento que el estreno de la película en las salas de cine", puntualizó.
Cuando se le preguntó sobre la ubicación de las nuevas salas de los shoppings, Abdenur dijo: "me parece que de repente, se saturó toda la zona de los shoppings, dado que, además, tenés que sumarle las cuatro del Hipermercado Libertad. Y si vamos a considerar los números, no se aumentó el caudal de gente sino que se dividió entre todas las salas; sinceramente no se hasta dónde llega el beneficio", concluyó pesimista.

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