Concientizan en sacar a pasear los perros con bozal

Concientizan en sacar a pasear los perros con bozal

Inspectores municipales iniciaron la campaña de concientización en plaza Urquiza. Luego comenzarán a aplicarse las multas, que oscilan entre $ 200 y $ 1.000.

SEGURIDAD. Los perros deben ser llevados a la calle con bozal. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI SEGURIDAD. Los perros deben ser llevados a la calle con bozal. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
15 Noviembre 2008

Mientras paseaba a dos boxers por la plaza Urquiza, Germán Montoya fue sorprendido por dos inspectores y una veterinaria. De ahora en más, ya sabe que "Tina" y "Orko" no podrán salir a pasear sin bozal, y que deberá llevar bolsas y una pala para recoger las deposiciones de las mascotas.
Un cuerpo de 10 inspectores y cuatro veterinarios de la Municipalidad se instalaron con un tráiler sanitario en la plaza. Controlaron si se cumple la ordenanza que exige a los paseadores y propietarios de perros que los lleven con correa y bozal y que cumplan con las exigencias de higiene.
"Por ahora, estamos haciendo campañas de concientización. Estaremos dos días en cada plaza del centro. Después comenzarán a aplicarse las multas", informó Jorge Pérez Musacchia, director del Centro de Adaptación y Reubicación Animal (Cenara). Las sanciones fueron establecidas entre $ 200 y $ 1.000.
El operativo incluyó la vacunación de canes. Además, fueron capturados cuatro perros callejeros y fueron llevados al predio del Cenara, en Francisco de Aguirre al 1.500. Algunos paseadores son reticentes a cumplir la ordenanza. Montoya considera que la norma es buena, pero advirtió que, en general, los paseadores llevan muchos perros. "No pueden estar levantando las deposiciones", dijo. Agregó que tampoco depende de ellos que los animales tengan puesto el bozal, ya que esta es una responsabilidad de los dueños.
"Es muy positiva la ordenanza. Ojalá se cumpla", deslizó Edgardo David Beltrán, mientras paseaba a "Flaca", una perra abandonada que adoptó hace tres años.

Reclamos
Marco, de cinco años, jugaba en la plaza Urquiza mientras su madre le gritaba que tuviera cuidado de no pisar las deposiciones de los canes. "La verdad es que esto un asco. Todas las mañanas vienen muchos paseadores de perros que viven en edificios, y los traen nada más que para que hagan sus necesidades. Pero jamás levantan la caca. Espero que todos los días haya un inspector controlando que se cumpla la ordenanza", expresó Lara Silveira.
Para Ramón Sáez es más importante que se respete el uso del bozal en canes agresivos y que se erradiquen los perros abandonados de la plaza. "Esto es un peligro. Una vez me atacó una jauría y terminé en el hospital", relató.

Publicidad
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios